CAMAGÜEY.- Gerardo Varela Marcos tiene 37 años y es trabajador por cuenta propia en la actividad de artículos varios. Desde el 2017 tiene un espacio arrendado en el mercado estatal La Caridad (Estrella Roja para la mayoría) y desde allí aporta mucho más que servicios. Las habilidades adquiridas tras sus estudios politécnicos y universitarios, unidas al compromiso con el país, lo convierten en uno de esos jóvenes de vanguardia que se saben continuidad.
El pasado dos de abril Gerardo representó al sector no estatal en la Asamblea del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Camagüey, cuyo Comité Provincial integra desde ese día.
“Nos preparamos para hacer de este un proceso efectivo, donde se aportaran ideas frescas para fortalecer la vida interna de la organización y soluciones prácticas a las dificultades de la última etapa”.
Aunque su vida como militante del PCC se remonta al 2013, desde su etapa estudiantil sintió la necesidad de ir un poquito más allá de lo que le pedían. Se graduó de técnico medio en Farmacia Industrial en el Instituto Politécnico Máximo Gómez Báez y luego ingresó a la Universidad para convertirse en abogado.
“Al recibir el título en el 2010 pasé a ser Inspector de Trabajo y Seguridad Social y me mantuve en el centro laboral hasta el 2017. En ese año se me dio la oportunidad de ejercer la gestión particular y pasé a trabajar en Estrella Roja. Es aquí donde conocí sobre la existencia en la provincia de un núcleo del PCC integrado por trabajadores por cuenta propia, me sentí interesado por esa opción y me incluí apenas me llegó el traslado.
“En la actualidad conforman nuestro núcleo diez militantes. Antes de la pandemia llevábamos un buen ritmo de crecimiento, sin embargo la intermitencia en las ventas presenciales nos atrasó un poco en ese sentido. Hacíamos matutinos todos los jueves y éramos los militantes quienes nos encargábamos de organizarlos y brindar las informaciones importantes de la semana. Hoy trabajamos para rescatar dichas prácticas”.
Este camagüeyano está consciente del papel decisivo que desempeñan los jóvenes en los nuevos tiempos y actúa como tal.
“Estamos llamados a llevar las riendas de las transformaciones que tienen lugar en el país, sobre todo en la producción de alimentos, bienes y servicios. Nadie puede negarnos nuestro rol protagónico en el desarrollo social y económico, de ahí que no podamos cruzarnos de brazos. Hacer bien lo que nos toca es también aportar, nos acompaña el Partido, nada puede fallar”.
Cada día Gerardo entra a su hogar tranquilo porque sabe que lo está haciendo bien por su esposa y por su pequeña de cinco meses Arwen. Llegarse a las casas de niños sin amparo familiar junto a sus compañeros de trabajo y regalar utensilios y juguetes, lo llenan; saberse con el propósito de no defraudar, también.