CAYO CRUZ, ESMERALDA.- La Unión de Construcciones Militares (UCM) de Cuba se acerca a su aniversario 55 de creada, período en el que ha asumido las más diversas tareas constructivas para objetivos militares y civiles. Hoy en Camagüey una de sus dependencias, las Empresas Constructoras de Obras para el Turismo (Ecot), ejecutan las obras del plan de desarrollo turístico de la cayería norte, la mayor inversión de la provincia.
Allí inició la travesía un navío que deja prósperas huellas a su paso. Hasta los predios de Cayo Cruz, donde se levanta Quebrada 17, primer hotel que se entregará para la explotación turística, llegó Adelante Digital.
NO SOLO SON HOTELES
Mirando con prismáticos socioeconómicos las inversiones en la cayería norte, podemos descubrir que actualmente la UCM genera alrededor de 3 000 nuevos empleos, principalmente en beneficio de habitantes de los municipios de Esmeralda, Minas, Sierra de Cubitas y Camagüey.
En lo que apenas es el arranque, se han recuperado casi diez inmuebles de gran importancia histórica en el batey Jaronú del actual central Brasil, que hoy son utilizados como oficinas y hospedajes para el personal técnico.
En estos momentos construyen una unidad básica de viviendas en ese poblado para satisfacer las necesidades de los obreros e ingenieros que intervienen en el proyecto, además crearon un nuevo servicentro para el abastecimiento de combustibles y restauraron varios viales. Poco a poco, el nivel adquisitivo de la población aumenta debido a los altos salarios de los empleados de la UCM.
Un poco más adelante reparan los 55 kilómetros del pedraplén que une a Jiguey con Cayo Cruz, pasando por Cayo Romano. Aquí resalta la recuperación capital de los 12 puentes que hay en el trayecto.
TODO CAMBIA EN CAYO CRUZ
Hace menos de un año este mismo equipo visitó el entonces incipiente avance constructivo que experimentaba la zona, apenas algunos centros de aseguramiento habían edificado y en el área de los hoteles solo ejecutaban movimientos de tierra. Hoy el panorama es bien diferente, la mayoría de las instalaciones de abastecimiento básico y las facilidades temporales están en culminación y la primera parte de Quebrada 17 en fase de acabado.
Según Didier Álvarez, coordinador general de la obra, “este es el arranque del desarrollo turístico de Camagüey. Estamos terminando la etapa estructural de la primera zona y comenzamos los acabados en varios objetos. La fase inicial estaba prevista para entregar en enero del 2018, mas estamos ajustando los plazos para terminarla en el próximo diciembre o quizás antes. Quebrada 17 tendrá 546 habitaciones y 60 en un centro de servicio extra-hotelero adjunto. Está compuesta por dos zonas habitacionales, cada una con seis bungalow y un edificio principal con inmuebles comunes como ranchones, gimnasios, teatro– cada zona con dos piscinas y una en forma de cascada en la edificación principal. Será un hotel cinco estrellas en el momento de su explotación”.
Cruz es un cayo bastante estrecho, que le da la posibilidad al turista de visitar playas en varios puntos cardinales con facilidad. Cada instalación ofrecerá una vista marítima en tres direcciones. La presencia de vegetación, generalmente baja, donde predomina el yarey permite vistas panorámicas más atractivas; además está el tono verde-azul de las aguas producto del limo arcilloso blanco que tienen las playas en gran parte del fondo.
Una premisa en este bregar es el cuidado del entorno. Por eso la ingeniera Caridad Agüero, especialista principal de medio ambiente, se ha convertido en la mujer orquesta. “Cuando no está poniendo carteles con mensajes ecológicos o dando una charla sobre el peligro que representamos para animales y plantas, camina por la obra vigilando que no se incumpla ninguna norma”, cuenta un grupo de obreros que disfrutaba de su horario de almuerzo. Para esta especial fémina, “una construcción siempre afecta el medio ambiente, pero acá estamos tratando de ocasionar el menor impacto posible. Se han minimizado los desbroces de la vegetación al mínimo indispensable. Constantemente hacemos trabajo profiláctico para crear conciencia en los obreros y que respeten la naturaleza. Ya nos estamos preparando para reforestar las áreas afectadas por el proceso constructivo. Ellos se saben hasta el nombre científico de las aves que tienen su hábitat en el cayo”, dice entre risas.
VIENTO EN POPA, PERO FALTAN MARINEROS
“Si bien no hay atrasos considerables en las obras, gracias en gran medida a la mayoría de jóvenes, se necesita fuerza de trabajo directa e indirecta”, nos lo dice el arquitecto Alejandro Pérez, especialista principal de producción de la agencia empleadora de la Ecot. En el caso del primer grupo buscan perfileros, macilleros, constructores, albañiles A y B y personal de montaje de estructuras de hormigón y estructuras metálicas; para el segundo necesitan ingenieros eléctricos, civiles, arquitectos y mecánicos. “Los interesados deben dirigirse a los órganos de Trabajo y Seguridad Social de su localidad y solicitar las planillas sociodemográficas. Nuestro sistema de búsqueda y captación incluye trabajadores de las provincias de Ciego de Ávila, Las Tunas y Granma”, informó.
El pago del personal se rige por la Resolución 15 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y los salarios básicos oscilan entre los 4 000 y 6 600 pesos mensuales. Este sistema que toma en cuenta el cumplimiento de los objetos de obra posibilita que algunos ronden los 8 000 pesos.
“Otra ventaja que poseen quienes se nos incorporan es que estas son plazas aseguradas por más de una década, pues el proyecto de desarrollo se estima concluya en el 2030. Además, las condiciones de vida son óptimas y han sido homologadas por las asociaciones internacionales económicas que participan en el plan. Los dormitorios poseen confort, tienen una alimentación buena, además les garantizan el transporte y atención médica”, agregó.
Este viaje, que comenzó hace poco más de dos años, trae indudables beneficios para los asentamientos poblacionales del norte de la provincia. El barco del desarrollo turístico camagüeyano no ha encallado, al contrario, avanza con los vientos que la UCM imprime a sus velas. Sin embargo, necesita de fuertes manos que ayuden a enrumbar definitivamente la proa hacia el progreso socio-económico de la región y el país.