CAMAGÜEY.- Amnareya Isac Cidranes vive un poco más tranquila hace algunas semanas y mucho más orgullosa de ser cubana. La vacuna Abdala en los hombros de su Delenis y su Davis, que este lunes recibieron ya la tercera dosis, es la causa de la tranquilidad y del orgullo.
“El 26 de julio fue un día de mucho orgullo, ese lunes recibieron la primera dosis. Esta vacuna significa esfuerzo de nuestros científicos, tiempo de estudio y trabajo de la ciencia aun cuando estamos asediados por el bloqueo de los Estados Unidos; cultivando lo que nuestro Comandante en Jefe Fidel sembró con su visión y hoy se está recogiendo resultado de ese esfuerzo.
“Como madre siento una gratitud enorme y confianza al saber que mis niños están recibiendo esas dosis que los protegerá contra esta pandemia. Sin yo pagar un peso, sin nadie escogerme por mi rango social, aquí están mis muchachos como hijos de una cubana más, de una camagüeyana que procede de una familia obrera, y eso me llena de orgullo, nos ratifica que este es un país al que se le ha puesto corazón, que va a salir adelante. Esto es también patria, es defender mi Revolución hoy y para siempre”.
Delenis Fuentes Isac, la “pequeña” de Amnareya, tiene 12 años, cursa el 6to. grado en la escuela primaria Frank País García y le gustaría ser médico cirujana. Su hermano Davis, de 14, es un poco tímido, por lo que ella “asumió” y resumió el sentir de ambos.
“Para nosotros significa un honor, una contribución para asegurarles la vacuna a otros niños. Es algo que nuestros científicos han hecho con mucha seguridad. Y lo que yo puedo hacer por mi país. Mi hermano también se siente alegre, pero él es un poco penoso. Todos queremos volver a la normalidad, ya no será como antes, tendremos que seguir cuidándonos, pero luego de la vacunación vamos a poder salir, regresar a la escuela con los amigos”.
Antes del momento de este tercer pinchazo, durante varias semanas un equipo enorme de personas han garantizado en el policlínico Este, de la ciudad de Camagüey, el desarrollo exitoso del estudio Ismaelillo, el ensayo clínico fase I/II para medir la seguridad e inmunogenecidad de la vacuna Abdala en edades pediátricas, en dos grupos (12-18 años y 3-11) y sin placebos.
Allí la pediatra Nitza, la enfermera Baby, el enfermero Fernando, las doctoras Marcia y Yelenis, junto a Rachel, la investigadora que llegó desde el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana para acompañar el proceso, han derrochado amor hacia los muchachos y todas las explicaciones necesarias a las familias. En nombre de todos, Yipsi Morell Padrón, Licenciada en Laboratorio Clínico, expresó:
“Estoy muy orgullosa de participar en el ensayo clínico, considero que es mi grano de arena contra la pandemia poder aportar con mi trabajo para que todos los niños puedan ser vacunados. Me siento feliz de contribuir a mi país con mi labor. Yo no tengo niños, pero sí sobrinos a los que amo, por lo que trabajo con mucho amor. Me gusta lo que hago y por eso le pongo corazón”.
En otro de los policlínicos del municipio cabecera, Javier Alejandro Morata Ramos y su mamá Orialys estaban muy contentos por ser parte de esta historia de amor y de esperanza. “Lo más emocionante, más allá de mi vacuna, fue poner mi hombro y saber que gracias a ello dentro de poco los cubanos más jóvenes podremos volver a las actividades normales”.
Es mucho tiempo ya, más del que hubiéramos querido, con las niñas y los niños en casa, sin poder corretear en el parque o hacer travesuras con sus amistades de la cuadra, jugar pelota, suiza, bolas, pon, empinar papalotes o lo que quieran. La COVID-19 los ha obligado a buscar entretenimientos dentro de casa, a aprender por el televisor y saber de los amiguitos desde la distancia.
El estudio Ismaelillo —ensayo clínico pediátrico de la vacuna Abdala al que Camagüey sirve como sede nacional— parece ser el fin de tantos espacios públicos sin risas infantiles, de las escuelas vacías y los uniformes guardados.
El próximo lunes recibirán su segunda dosis los niños de 3 a 11 años de la fase II en las nueve áreas de Salud de la ciudad de Camagüey. En octubre se evaluarán los resultados de Ismaelillo y quedará abierto el camino hacia la inmunización de toda la población infantil en Cuba.
¿Cómo llegaron nuestros Ismaelillos al tercer pinchazo con Abdala?
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