CAMAGÜEY.- Hasta quienes odian las matemáticas en esta provincia han tomado papel, lápiz y calculadora para sacar el llamado número mágico de su equipo, estadística que les revelaría la cantidad de victorias que necesitan los Toros para clasificar a la postemporada de la 59 Serie Nacional.

Sin embargo, en el banco del equipo Miguel Borroto y sus camaradas no se ha tomado la preocupación de hacerlo, porque metas superiores están al alcance. Las barridas ante Santiago de Cuba y Cienfuegos y el éxito 2-1 frente a Las Tunas, los reafirmaron en el lugar de honor con balance de 49 triunfos y 31 fracasos y demostraron que lo de Camagüey no es casualidad ni suerte.

Si bien el manager ya casi cumplió su promesa de incluir a los agramontinos en los play off, algo que no sucedía desde 2007, no ha perdido el hambre ganadora. “Sin dudas la clasificación nos da algo de tranquilidad, pero vamos a mantener la intensidad y la exigencia”, declaró a Adelante al concluir la subserie en Las Tunas.

“No haremos cambios a la ligera, mantendremos a los mejores hombres en el line up y la rotación de lanzadores. En la parada de fin de año nuestros muchachos harán un pequeño ciclo de entrenamiento competitivo para que no bajen el rendimiento”, apuntó. Borroto también habló de la importancia del programa de selección de refuerzos que se realizará el próximo día 27 de diciembre. “Mantengo mi palabra de alcanzar una medalla bajo este sistema. Nunca había tenido la oportunidad de solicitar refuerzos y siempre pensé que con ellos tenía grandes posibilidades. Aunque todavía no hay nada decidido, estamos pensando en algunos jugadores de los equipos que están entre los cuatro de abajo”, dijo.

Un objetivo que anhelan todos es el de quedar en la primera plaza de la etapa regular, lo que aseguraría la inclusión en el podio de premiaciones en caso de una eliminación en el cruce. Además, podrían revertir el panorama adverso en los duelos bilaterales ante Industriales (3-6) y Matanzas (4-4). En el enfrentamiento ante los Leones de la capital también entra el interés de dejar fuera a un equipo peligro en la próxima instancia, más si apuntalan su plantilla con buenos serpentineros.

Según apunta el sabermétrico capitalino Yirsandy Rodriguez la más difícil de las metas es alcanzar el récord de victorias y derrotas para Camagüey, que es de 57-33 en la temporada 1997-1998, también bajo la conducción de “El Jerarca”. Para lograrlo nuestro equipo tendría que salir airoso en ocho de los diez juegos que restan en el calendario, algo que sería posible si encadenan otra racha como la de la pasada semana.

A algunos el cálculo milagroso les arrojá 50, a otros 52, pero para quienes visten la chamarreta del actual líder del certamen la cifra es 59, porque “el que regala, después necesita”.