CAMAGÜEY. En mi cuadra no hay pasquines electorales, yo no tengo una célula electoral que sea codiciada por sargentos políticos, mis candidatos no hacen promesas para después incumplirlas, solo están allí con sus méritos, las urnas no las cuidan los militares, las custodian pioneros como Pavel Daniel, Osmani y Harold, todos de sexto grado de la Escuela Primaria Raúl Rodríguez. Ellos, cuando eché mi boleta en la urna dijeron alto y fuerte: votó, porque para los más pequeños de casa este domingo también es de fiesta, es momento de aprender para cuando les toque estar en mi lugar.
“Nosotros estamos aquí cuidando las urnas para que no haya fraude, para que nadie se lleve una boleta, para que todo salga bien porque estas elecciones son muy importantes. Mañana le contaré a mis compañeros de aula todo lo que hice aquí”, comentó Osmani Pérez Ramírez.
A Pavel Daniel Issac Rivero le gusta mucho la Historia de Cuba, no lo dijo pero lo demostró: “Antes de 1959 las urnas eran custodiadas por militares y eso pasa todavía en muchos lugares del mundo, aquí las cuidamos los niños y eso es muy lindo”.
Para Harold Álvarez Rivero también es una fiesta este domingo de elecciones, él es de los que no se está tranquilo, de los que vira al revés el colegio con su energía, con su andar de aquí para allá. “Disfrutamos mucho estar en esto, porque además de cuidar las urnas jugamos entre nosotros y el tiempo se nos va volando, yo ya acabé mi turno y me quedé más tiempo”.
Contar las elecciones de mi barrio sin hablar de Raquel García Benavides es imposible, a sus 84 años fue de las primeras en votar, y es de las que está pendiente de todo en el Colegio, de llevar agua cuando el calor aprieta a las muchachas de la mesa, de recordarle a sus vecinos que vayan a votar y además no se pierde un conteo, al cierre de la jornada.
“Yo sé muy bien lo que significan estas elecciones para Cuba, yo viví aquellas en las que los candidatos iban y prometían arreglar los caminos, hacer escuelas y luego del proceso electoral se olvidaban del pueblo que les había dado el voto”.
Raquel no desconoce la realidad del país. “Son tiempos difíciles en los que necesitamos que se cambien cosas, por eso hay que elegir a los que mejor puedan representarnos”, explicó.
Así son las elecciones en mi barrio, en Cuba, una jornada tranquila, de compromiso y de fiesta, porque sabemos que nuestro voto cuenta para construir un país mejor.