CAMAGÜEY.- Aportar con amor y entrega a la ciencia, al desarrollo y bienestar de la sociedad jamás la agotan, al contrario, la Dr. C. Yailé Caballero Mota, experta en Inteligencia Artificial y Directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Camagüey (UC) Ignacio Agramonte Loynaz asegura que investigar es una dosis de felicidad y realización profesional.

Por su amplio quehacer científico Caballero Mota, Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) y presidenta de su filial Camagüey-Ciego de Ávila, ha merecido múltiples premios entre los que sobresale haber sido seleccionada como miembro de la Academia Mundial de Ciencias (TWAS), una organización internacional autónoma, fundada en 1983 en Italia por un distinguido grupo de científicos.

Formar parte de la Academia Mundial de Ciencias es un reto inmenso. Es la oportunidad de representar a mi país, ante la comunidad científica internacional, un compromiso de poner bien en alto el nombre de la ciencia cubana, de mostrar el rol de la mujer en el desarrollo de la sociedad”.

Desde hace más de dos décadas esta camagüeyana lidera el Grupo Científico de IA de la UC, que posee fuertes alianzas con instituciones como la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, la CUJAE, la ACC y varios hospitales del país; así como excelentes vínculos y la participación en proyectos internacionales con Bélgica, España, China, México y otras naciones.

--¿Cuáles son algunas de las más recientes investigaciones y resultados con impacto para el país y la sociedad?

-Hemos trabajado en aplicaciones inteligentes para la solución de problemas reales en diversas áreas como la Meteorología, la Ingeniería Civil, la Biotecnología, el desarrollo del turismo, la salud, la producción de alimentos, la educación, el manejo eficiente de energía, entre otras.

“En la salud, por ejemplo, desarrollamos aplicaciones en la adquisición de conocimiento sobre la letalidad de la Covid-19; la adquisición de conocimiento sobre la Ataxia; algoritmos de clasificación para predecir la presencia de Mediastinitis; la predicción de mortalidad en pacientes con enfermedad renal crónica y el estudio de supervivencia del riesgo del paro cardiorespiratorio.

“Sin embargo, actualmente mi compromiso mayor en el plano científico y profesional es el Proyecto de Creación del Instituto Internacional de Investigaciones en Inteligencia Artificial en la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei, en la República Popular China. Tengo la gran responsabilidad de dirigirlo desde el liderazgo de la UC, la participación de varias universidades cubanas y el apoyo y seguimiento de la máxima dirección del país. El Instituto, ya construido en China, está formado por varios laboratorios de investigación: Inteligencia Artificial, Big Data, Internet de las cosas, Cadena de bloque, Computación en la nube y Desarrollo de software”.

Caballero Mota también coordina el proyecto “Estrategia de Desarrollo de la Inteligencia Artificial en Cuba” del Programa Sectorial Industria cubana del software e informatización de la sociedad, con la participación de otras universidades e instituciones, el MES y el Ministerio de las Comunicaciones.

“El objetivo del proyecto es el diseño de la estrategia y la implementación de algunas de sus acciones, con el fin de lograr que la IA sea una tecnología de alto impacto en la transformación digital de la sociedad cubana, a través de la excelencia e innovación en su gestión, para situar a nuestra nación en un lugar relevante a nivel internacional respecto a su uso, la innovación, la producción científica y la generación de productos y servicios informáticos exportables”.

--¿Qué despertó en ud el amor por la investigación?

-En la Secundaria integré varios círculos de interés que despertaron mi curiosidad por la investigación. Desde pequeña me incliné por las matemáticas y decía que quería estudiar cibernética, sueño que hice realidad en la UCLV. Fue allí, mientras cursaba mi carrera, donde sentí que me apasionaba la investigación y que la Inteligencia Artificial sería protagonista en mi vida.

“En segundo año me uní al grupo científico estudiantil de IA y quedé fascinada con un proyecto que tenía la Facultad con la Clínica del Sueño en el Centro Internacional de Restauración Neurológica. Felizmente, en ese proyecto pude desarrollar mi tesis de grado en la construcción automática de reglas para la clasificación de las diferentes etapas del sueño. Este proyecto me enamoró, le dediqué muchísimo tiempo y fue el causante de mis primeras publicaciones en la comunidad científica internacional.

“Mientras más alejada de mi área parezca el área de aplicación de un problema, más interesante resulta. He tenido que aprender un poco de pronósticos meteorológicos, de biotecnología, de ingeniería civil, del cerebro humano, de diagnóstico médico, de la calidad del agua, de agricultura … Cada aprendizaje es un reto y una satisfacción muy grande.

“Me gusta apostar por la Inteligencia Artificial porque solucionar un problema real con técnicas inteligentes y ver los resultados, es muy reconfortante. Pero también disfruto mucho el trabajo en esos equipos formados por estudiantes, maestrantes, doctorantes, doctores, donde cada uno es un eslabón esencial en el éxito, solo valen las ganas y el empeño que se le ponga al trabajo, para saborear de conjunto ese “¡Lo logramos!”.

-La ciencia cubana muestra su protagonismo al más alto nivel. ¿Cómo valoras el quehacer científico de nuestro país?

-La ciencia cubana merece todos los aplausos. A pesar de la difícil situación económica y el fuerte bloqueo nuestro país muestra por más de 30 años, experiencia en resultados científicos, desarrollo de tecnologías y la generación de nuevos productos, con visibilidad y reconocimiento internacional por importantes sectores académicos y científicos, así como por las revistas especializadas más importantes del mundo.

“Con orgullo podemos decir que una parte fundamental del éxito que exhibe hoy la ciencia cubana lo debemos al liderazgo y la visión estratégica de Fidel. A los académicos cubanos nos impulsa la convicción de que nuestra ciencia está en función del desarrollo y beneficio de la sociedad”.