CAMAGÜEY.- No conocía al sicólogo José Eduardo Vázquez Benítez ni tenía su texto de autoayuda Divorcio ¿Solución o problema para los hijos? Hoy encontré al autor y al libro en el café literario La Comarca, por invitación del Proyecto sociocultural provincial Golpe a Golpe.
Oriundo de Senado, en el municipio de Minas, Camagüey, de una generación que en los recuerdos guarda el olor dulzón de un pueblo con tradición azucarera, tuvo una infancia feliz y ama el trabajo con los niños.
Conversamos en el Estrechando espacios, como parte de la conmemoración en Camagüey por el Día del Libro Cubano. Allí rifaron ejemplares de la segunda edición de Ácana del 2017, porque lo publicó por primera vez en el 2007. Al cierre ofrece 20 maneras de ayudar a los hijos en el proceso de la separación.
José Eduardo anunció que pronto en La Comarca dispondrá de un espacio comunitario de orientación. Piensa estrenarlo con un taller de inteligencia emocional. Para evitar estereotipos aclaró que acudir allí no equivale a tener una patología. No será de consulta sino de orientación.
“Usted puede tener un buen coeficiente de inteligencia pero si no tiene una buena inteligencia emocional, que no es empático, que no es resiliente, o sea, que no es capaz de enfrentar una frustración o le cuesta trabajo sobreponerse, que no sabe controlar la ira, que no sabe perdonar, no es receptivo, no sabe negociar su emoción… Es muy importante saber negociar sus emociones”, explicó.
Sicólogo clínico con 40 años de trayectoria profesional y experto en hipnosis. Abrió la clínica de la obesidad para adolescentes e integró el equipo multidisciplinario de atención a niños con intento suicida en Camagüey. Labora en el Centro Provincial de Superación para el Arte y la Cultura.
En La Comarca dará la posibilidad de expresarse, ayudará a construir una autoestima saludable, compartirá herramientas para fortalecer la vocación comunitaria de Golpe a Golpe.
Será un espacio muy útil. Además, José Eduardo es optimista y proactivo, rasgos que identifica como herencia de la madre. Por sus buenas vibras ha de recibir lo que transmite. Enhorabuena.