CAMAGÜEY.- El melanoma es un tumor que se produce como consecuencia de la transformación maligna de los melanocitos, que son las células encargadas de producir la melanina que le da la pigmentación a la piel y ha sido considerado el tumor más letal de todos los cánceres.

De tal manera ilustró nuestra primera inquietud acerca de este padecimiento la Dra. Mailin Manso Cabrera, especialista de 1er. Grado en Medicina General Integral (MGI) y en Dermatología, y Máster en Enfermedades Infecciosas, del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad.

Entonces, ¿nunca es curable?

—No es así. Si se diagnostica y trata oportunamente puede curar totalmente, también en dependencia de factores histológicos, y es bueno conocer que la histología es la ciencia que estudia la estructura microscópica de las células y los tejidos.

“En cambio si el diagnóstico es tardío puede ser el más letal y destructivo de todos y se considera que un 80 % de los tumores malignos pueden ser melanomas, el que ha ido incrementándose debido a los factores de riesgo, y a escala mundial ha aumentado en un 8 %, y nosotros no somos la excepción, en consultas de piel vemos cada vez más personas con cáncer y con sospecha de melanoma, igual”.

¿Puede mencionarme algunos factores de riesgo?

—La genética es fundamental porque se ha comprobado mediante estudios de esta naturaleza que más de 20 cromosomas pueden imbricarse en quienes lo padecen, y cuando familiares de primer grado lo sufren, y se investigan hasta tres familiares en ese caso por la alta posibilidad de padecerlo.

“Tenemos los ambientales como las exposiciones a agentes químicos como los hidrocarburos y las solares, y mientras más cerca de la línea del Ecuador mayor riesgo, el clima tropical, y es bueno, consideran que entre las 10 de la mañana a las cuatro de la tarde las radiaciones ultravioletas influyen de manera más directa sobre la piel, y para mal.

“Se dice que la exposición solar intensa e intermitente lleva a más riesgo, que si se mantiene de modo crónico, más prolongada en el tiempo, o sea, si usted se muestra todos los días crea una protección porque estas radiaciones activan la producción de melanina y esta nos protege del sol aunque parezca controversial, se convierte en un mecanismo de defensa, el sistema inmunológico lo prepara.

“Es por eso que quemaduras solares intensas en días intermitentes son más peligrosas que la exposición cotidiana, de ahí su frecuencia en las personas blancas de ojos claros, a los europeos, por ejemplo, les encanta exponerse al sol intenso.

“De hecho es un carcinoma con muchos elementos inmunológicos y es una de las razones por las cuales es tan agresivo y se compara con otros que son capaces de invadir cualquier tejido, en la cual influyen, incluso la inmunodepresión y el estrés”.

He sabido que la piel tiene memoria, es como decir que las afecciones solares son guardadas, ¿es correcto eso?

—Sí, de ahí que las quemaduras en la etapa de la infancia sean tan importantes, la piel en los niños en muy sensible y propensa a ser modificada desde el punto de vista genético, sus células son más activas y ese antecedente se plantea como un factor de riesgo independiente.

“Los anteriores mencionados responden a la presencia de nevos o lunares, sobre todo si son pigmentados, oscuros, si son planos son considerados de mayor peligro, irregulares, si el paciente tiene múltiples como 50 o más, y hay un síndrome del nevo displásico que es un lunar con cambio en su morfología desde los puntos de vista físico, clínico e histológico y si la persona presenta cinco o más de este tipo de lesiones tiene un alto riesgo de padecer de una de esas lesiones de melanoma.

“No por gusto está instituido el Día Mundial del Lunar para promover salud, hacer pesquisas y detectar a tiempo cualquier contratiempo”.

¿Hay posibilidades de nacer con nevos?

—Sí, y si son congénitos gigantes el peligro de padecerlo es mayor, y de ser diagnosticado tarde también, porque va a desarrollarse profundamente y no se nota la diferencia en la superficie y esos son de mal pronóstico, pese a que puede presentarse en los comunes que brotan en cualquier edad.

¿Otros hábitos están relacionados o no?

—La dieta. Quienes consumen alimentos ricos en vitamina E y Zinc poseen menos posibilidades de ser afectados y no podemos pasar por alto el traumatismo y la fricción, sobre todo en las palmas de las manos y plantas de los pies y no están vinculados con el sol. Si tiene lesiones previas en esas regiones, como lunares, ampollares, la recurrencia de un callo, son también antecedentes que predisponen esta dolencia.

¿Solo aparece en la piel?

—No, igual en las mucosas, como en las conjuntivas, en las del tracto gastrointestinal, nasal, anal, genital en hombres y mujeres, y en la perineal.

¿Y el pronóstico en estos casos?

—Es malo porque no se ven y cuando afloran los síntomas ya el cáncer se ha diseminado.

¿Tiene predilección por edades?

—Se veían más en mayores de 45 años, pero cada vez surgen más temprano, vemos casos en jóvenes, es muy raro en los niños y en menores de 20 años se registra hasta en un 4 %, y asoman en quienes padecen de nevos displásicos y son aquejados por el xeroderma pigmentoso, por padecer de una afección genética poco frecuente que traduce la hipersensibilidad celular a la radiación ultravioleta, asociada a otras causas, y más frecuente pasados los 40 años de edad.

¿Su detección es solo clínica?

—La evaluación clínica se rige por el acrónimo internacional que es el ABCDE; la A responde al aspecto de la lesión, a su asimetría; la B a los bordes si son irregulares; la C al color variado; la D al diámetro, si supera los seis milímetros; la E se vincula con la elevación, si es plana y se eleva es un signo a vigilar. Todas las lesiones pigmentadas son basadas en estos elementos.

“Hay cuatro formas clínicas específicas como el lentiginoso acral, y se presenta en las manos y los pies y hasta en las uñas, y hay que cuidarse de confundirlos de los hematomas o creer que es producto de hongos y acude al médico cuando la piel a su alrededor se ha pigmentado y por lo general es bastante tarde para el diagnóstico, con mayor frecuencia en personas de la raza negra y asiáticos, como una mancha carmelita de aspecto inofensivo, cumple con el ABCDE y se va transformando.

“Otra es de aspecto nodular, con predominio en los hombres y en la espalda, de color negro intenso o azulado, y variaciones de coloración, y otras no pigmentadas y son melanomas, por solo mencionar algunos”.

¿Hacia dónde van las metástasis?

—Hacia los ganglios periféricos, y es por eso que se escudriña el ganglio centinela que responde a la presencia de las células malignas, de acuerdo con la gravedad se infiltra y hay un orden a seguir.

¿De acuerdo con lo expuesto el pronóstico es variable?

—Puede ser curable ante un diagnóstico y tratamiento precoz y oportuno, como tan oscuro por lo tardío de su descubrimiento.

Sin mencionar medicamentos, ¿cuáles serían los pasos a seguir?

—Primero la clínica, examen microscópico in vivo no invasivo mediante la dermatoscopia y la biopsia excisional que implique diagnóstico y tratamiento, cuando se extrae la lesión completa, y si no puede se realiza la incisional que se quita una parte del área sospechosa, se determina en qué estadio está la enfermedad y propicia determinar los pasos a seguir. El tratamiento principal es la cirugía, la quimioterapia como adyuvante al tratamiento quirúrgico y las radioterapias solo ante las metástasis.

¿Lo primordial?

—Lo más importante está en la prevención basada en los factores de riesgo, educar a la población en cuanto a la protección solar. La familia debe darle importancia a que el niño juegue a la sombra, que las actividades escolares no sean efectuadas al aire libre y al sol, si tiene lunares u otras lesiones que pican, sangran, que no tienen pelos, porque cuando los tienen son signos de benignidad, no afeitarlos, no agredirlos y ser evaluado oportunamente por un especialista, y aprender y practicar el autoexamen de piel, revisarse todo.