CAMAGÜEY.- Con la conferencia A 130 años de la Asamblea y Constitución de Jimaguayú, del historiador camagüeyano, Avelino Fernández Espert, se recordaron los antecedentes, importancia y detalles más significativos de ese acontecimiento histórico, efectuado del 13 al 18 de septiembre, que marcó un hito en la organización de la contienda bélica, iniciada el 24 de febrero de 1895.

"El establecimiento institucional y legal para la República de Cuba en Armas resultó uno de los principales objetivos que perseguía los 20 protagonistas del célebre hecho, iniciado el 13 de septiembre con una sesión declaratoria y en la segunda el Primer Cuerpo de Ejército presentó un proyecto de constitución, de corte militar, que fue la base de la carta magna aprobada".

Enfatizó el especialista que el aspecto que generó mayor debate fue la forma de gobierno: "en varios de sus artículos quedaron recogidos importantes pasos para lograr el avance de la Guerra Necesaria como se evidencia en el 17, donde refiere que la dirección de la campaña estaría en manos del General en Jefe ".

Fernández Espert, destacó que tuvo también puntos discutibles y ambiguos, como el 4, que plantea que el gobierno solo intervendría en las operaciones militares, cuando a su juicio respondiera a altos fines políticos, acápite que dejó interpretación de los dirigentes la intervención en varios acontecimientos a lo largo del conflicto del '95.

"Sí comparamos está constitución con las anteriores notamos que está fue más progresista y más favorable si tomamos en cuenta las condiciones de la contienda. Se eligió a un gobierno sencillo compuesto por seis mambises y no se pensó en la creación de una Cámara de representantes como ocurrió en Guáimaro", agregó.

Debatió el Historiador sobre otra de las polémicas asociada a "la Asamblea", como lo fue la presencia de las ideas del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en sus sesiones. "Es cierto que los preceptos de El Maestro no se materializaron ciento por ciento, pero tampoco se puede decir que ese acontecimiento no estuvo permeado por el espíritu martiano. Sin embargo, hay textos como Memorias de la Guerra, que dan fe de que los asambleaístas tuvieron muy en cuenta el Manifiesto de Montecristi cuando se efectuó el preámbulo de la Carta Magna".

En la actividad, auspiciada por las filiales provinciales de la Unhic, del Centro Provincial del Libro y la Literatura Enrique José Varona, y de la Unión de Periodistas de Cuba, también se recordó el legado de dos connotados historiadores fallecidos en este mes, como lo fueron Francisco Luna Marrero y Eduardo Torres Cuevas. Cerró la cita con la invitación del presidente de la Unhic, en el territorio, Fernando Manzo Alonzo, a la lectura del libro Memoria de la Nación Cubana, del último de los intelectuales antes mencionados, junto con Yoel Cordoví Núñez, reflejo de su quehacer por una Cuba mejor.