CAMAGÜEY.- El programa dedicado al bicentenario de la Conspiración de Soles y Rayos de Bolívar, a efectuarse del 14 al 18, inició en esta ciudad, sede principal de las actividades en la nación, con el recuerdo al accionar político y pensamiento de los principales artífices de ese acontecimiento histórico que promovió las aspiraciones independentistas en diversas regiones de la isla.

Comenzó el encuentro, efectuado desde el Centro Provincial de Patrimonio, con la conferencia del jefe del Departamento de Historia de la Universidad Ignacio Agramonte Loynaz, Rolando Otaño Rodríguez, sobre Simón Bolívar y su influencia en los movimientos revolucionarios de América Latina y Cuba.

Se refirió el especialista a los primeros años de la vida de El Libertador, su progreso para convertirse en un militar excepcional que reformuló el concepto de Patria, con la decisiva participación en momentos cumbres como el Congreso de Angostura, y la victoria en grandes batallas como la de Boyacá, Pichincha y Ayacucho. Esa última significó el fin del dominio del Imperio Español en Latinoamérica.

La mañana continuó con un panel relacionado con los antecedentes, objetivo, contenido y trascendencia del hecho que celebra sus dos centurias. Los primeros acercamientos los realizó la historiadora, Edelmira Rodríguez Portal, quien habló de otros intentos primigenios que buscaron la separación de Cuba de la metrópoli, de la conspiración del negro liberto, José Antonio Aponte, y particularizó en la poesía de José María Heredia como “un motivo de inspiración para incrementar el fervor patriótico en las juventudes”.

De la conjura de los Soles y Rayos, en Camagüey, abundó el investigador, Israel García Moreno:

“En 1822, surge la Liga de la Cadena, denominada indistintamente Cadena Triangular y Cadena Eléctrica con el propósito de lograr la independencia con un levantamiento armado, en Puerto Príncipe, donde serían ajusticiados los absolutistas más representativos de la localidad y su jurisdicción”.

Señaló que para obedecer la dirección de los complotados, existían “doce personas de las más notorias y activas dentro de su seno, llamadas Apóstoles o Apostolados”, y nombró figuras como José María Tejada, José María Ortega, el teniente coronel José Varona, Miguel Machado, Pedro M. Agüero y el abogado Alonso Betancourt. Acotó que todos se prepararon para un alzamiento armado, el 17 de agosto de 1823, aunque las delaciones precipitaron su fracaso el 31 de mayo, de ese año, en la localidad principeña.

A tono con el momento, la Dra.C, Matilde Varela Aristigueta, intervino con motivo de los 130 años de las palabras a Bolívar pronunciadas por nuestro Héroe Nacional, José Martí, en octubre de 1893 y publicadas el 4 de noviembre, de ese mismo año, en el periódico Patria.

Distinguió la conocedora cómo en el primer discurso, del 21 de marzo de 1881, “se aprecia a un Martí que admira hasta lo sublime a El Libertador. Lo cree infalible y demuestra una admiración absoluta hacia él. Cuando efectúa la oratoria del 4 de noviembre de 1893, se observa aún la mirada épica y agradecida, pero se da cuenta también de sus defectos y lo designa como un héroe, que fue el resultado de muchos hombres”.

El calendario del evento prosiguió en la tarde con un encuentro, en el Icap, de este territorio, con jóvenes latinoamericanos, donde se presentó el libro, Cuba en la vida y obra de Francisco de Miranda, y se destinaron a la venta varias publicaciones asociadas a la temática central de la cita.

Mañana continuarán los festejos con la inauguración de una exposición del quehacer del Grupo Taller Fantasibarro, a cargo del artista plástico, Iván Castillo Guerrero, mientras, en la Biblioteca Municipal de Nuevitas, quedará abierta una muestra bibliográfica en honor a José Martí.

El auspicio de las jornadas está a cargo de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic), y el Movimiento Juvenil Martiano, (MJM), filiales provinciales, para reavivar el legado de los Soles y Rayos de Bolívar, una conspiración que fracasó y fue descubierta, de manera oficial, el 14 de agosto de 1823, pero que sentó las bases para el proceso independentista cubano, aceleró el despertar político de los criollos y de su pensamiento en una nacionalidad cubana, libre.