CAMAGÜEY.- Tras realizarse la última extracción de sangre a los niños de entre tres y once años, concluyó en Camagüey el ensayo clínico con la vacuna Abdala en edades pediátricas y aunque hay que esperar los resultados finales, los preliminares hablan ya de una vacuna muy segura y con mejores números de inmunogenecidad que en la población adulta.
La doctora Sonia Resik Aguirre, jefa del departamento de Virología del IPK y responsable del Estudio Ismaelillo, aseguró que no hubo eventos adversos severos asociados al producto, la mayoría fueron leves, reacciones locales en el sitio de la inyección, “lo que convierte a Abdala en una vacuna muy segura en poblaciones pediátricas, como habitualmente sucede en este tipo de productos recombinantes”, explicó la doctora.
Agregó que en cuanto a la respuesta inmune, en el grupo de los adolescentes más grandes, fue mayor a la que levantó en poblaciones adultas, e incluso la de los niños más pequeños, en estudio aún, se espera que sea mucho mejor.
Resik Aguirre agradeció el trabajo de los más de 100 investigadores que participaron en el ensayo, de los que resaltó la profesionalidad y el sentido de pertenencia con que trabajaron, además del cumplimiento estricto de las buenas prácticas clínicas.
“Eso fortalece a Camagüey como sitio para este tipo de ensayos y nos da la satisfacción de no habernos equivocado cuando propusimos la provincia para el ensayo y vendrán otros estudios que haremos aquí también. La OMS ya nos propuso un nuevo estudio antipolio en la provincia”, dijo.
Por su parte Zurina Cinza Estévez, monitora principal del ensayo clínico, agradeció a los infantes y a sus familias la disposición con que asumieron la pruebas y las muestras de cariño con los miembros del equipo. “A pesar de sus cortas edades hubo comprensión de la importancia de que ellos participaran y eso nos marcó mucho, porque nunca habíamos hecho un estudio de este tipo en condiciones similares”.
La parte camagüeyana encabezada por la doctora Alina Tejeda Fuentes, responsable de inmunización en la provincia, agradeció la confianza que depositó el Ministerio de Salud Pública y en particular el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología en la provincia, “nos propusimos no fallar y no fallamos, hemos aprendido mucho y estamos dispuestos a acoger próximos ensayos, inlcluso quisiéramos asumir el de los niños más pequeños, menores de dos años”.
Los resultados finales estarán en muy poco tiempo, antes de que termine el mes, explicó la doctora Resik, han trabajado en tiempo real, porque el CECMED está esperando y el país también.
El Estudio Ismaelillo constituyó un ensayo clínico fase I/II, aleatorio, secuencial y sin placebo, con cerca de 600 coluntarios camagüeyanos de entre 3 y 18 años, que buscó evaluar la seguridad e inmunogenecidad en edades pediátricas de la vacuna cubana Abdala, primer fármaco latinoamericano contra la COVID-19, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.