CAMAGÜEY.- Cambiaron las rutinas para seguir junto al público porque los trabajadores de Cultura también salvan de la COVID-19. Adelante Digtal cuenta historias de Carlos Manuel de Céspedes, Florida y Nuevitas, que se multiplican en todo Camagüey.

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Víctor tiene 80 años y Migdalia, 87. Él vive a la entrada; y ella, en el otro extremo. Por ambos una joven cruza la comunidad de Yaguaramas. Pudo negarse con la excusa de su hijo, pero quiso romper la soledad de los viejitos. Llueva, truene o relampaguee asume la travesía de una hora. Lisandra González Benítez es instructora de teatro y cada día pone el alimento en sus manos.

Fotos: Cortesía de los entrevistadosFotos: Cortesía de los entrevistados

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Lo suyo era la programación cultural. Encauzar el entusiasmo de instructores, de promotores y de artistas. Ahora busca otros síntomas en 756 personas. Pesquisa el batey Las Mercedes. Cada cuatro días cambia la ropa y da la comida a deambulantes en un centro de salud. Y en casa sigue como reguilete: promueve los conciertos hogareños de Marilín Rabí, Isabel Cepeda y el grupo Sarrallonga, la poesía de Rubén Faílde y los trovacafé de la Asociación Hermanos Saíz, que con buen tino también amplifica Radio Florida y se expande por redes sociales. Adrián Escalante Vargas es especialista en ser útil.

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Cuando solo dirigía el museo de Nuevitas, su desvelo era el lustre del tesauro. Hace más de un mes lidera además un grupo de alimentos. Surgió de su colectivo y de la biblioteca municipal. Seis mujeres y un hombre madrugan, hacen cola en el mercado, embuten jabas y surten pozuelos. Cada uno gestiona para dos, para tres y hasta para cinco que no son gente de su sangre. Ana Mercedes González Porto muestra con ellos la aptitud de servir como patrimonio infalible.

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Sueña con movimientos libres pero sus pasos no salen del reparto militar. Su inmersión comunitaria progresa con claves de consultorio y de la trabajadora social. Empezó con dos edificios a cargo, y ya pesquisa uno de 54 personas. La joven instructora camina para calmar las ganas de volver con sus niños. Elegancia rítmica se llama el grupo, cofundado por Idelsys Romo. Tenía la coreografía montada para el carnaval del pueblo. Dorisleidis Osorio Vázquez está lista para cuando la vida sea danzar sin cuarentena.