Cuando juegan a la “rueda-rueda” hay una niña que se queda atrás. De ella se burlan por ser diferente, y le sueltan insultos otros niños de su misma edad. Hasta ella, hasta cada infante que a diario recibe bullying por parte de sus compañeros, sin escudos de defensa, que carga con las culpas de los prejuicios y odios adultos, debe llegar también la protección de las familias, la escuela y la comunidad.