• Un guajiro que trabaja cerca de las nubes (+ FOTOS)

    Cuando Delio abraza la palma con la cuerda ya no existe nada más a su alrededor, todo y todos desaparecen en su mente; él sabe que en ese abrazo fiel se le va la vida. Le bastan cuatro minutos para trepar hasta el penacho de “la real” (que suele tener unos 25 metros de altura pero que puede llegar hasta 40), dar con el machetín o cuchillo los golpes broncos que separan uno, dos, tres y pueden ser hasta ocho racimos de palmiches y dejarlos deslizarse veta abajo hasta el suelo.