Ser primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba puede sonar a cuento de hadas, pero la realidad está lejos del ensueño de los escenarios. Desde hace un año, por si fuera poco, Dani Hernández también dirige la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso. Este lunes, pisó por primera vez la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, una de las dos escuelas de nivel medio de ballet del país. Su visita le permitió adentrarse en una institución con un peso histórico y una tradición enraizada en la enseñanza de este arte.