Hoy no tocaban clases, ni pruebas, ni regaños por el mal uso del uniforme; hoy en el Centro Mixto Máximo Gómez Báez había que decir el “adiós no deseado”; les concernía a los 482 muchachos, que recibían el calificativo de bachilleres, crecer, “avanzar otro peldaño” y convertirse en el futuro.