CAMAGÜEY.- El Consejo Provincial del Poder Popular en Camagüey sesionó este martes para chequear con los presidentes, vicepresidentes de la asambleas municipales e intendentes del Gobierno local, la marcha de la economía territorial y la solución de los planteamientos más apremiantes de la población hasta en las zonas más alejadas de la capital camagüeyana.
Presidido por la Gobernadora Yoseily Góngora López y la vicepresidenta, Carmen Hernández Requejo, el órgano de gobierno revisó con los propios protagonistas populares las insuficiencias detectadas al cierre del año 2019 en la ejecución del presupuesto y alertó a los directivos municipales para no repetirlas al concluir el primer trimestre del actual calendario, con énfasis principal en el cumplimiento de los planes de la circulación mercantil, el cobro de impuestos y los ingresos a la economía municipal mediante la producción de bienes materiales, y la comercialización oportuna.
En el intercambio de números y palabras quedó muy claro las potencialidades de cada pedazo agramontino de tierra, fuentes hídricas y tracción animal para producir alimentos agropecuarios, sembrar maíz, cultivos diversos y forrajes suficientes para incrementar la masa ganadera sin esperar el pienso industrial importado, mientras que las entidades del sector comercial- como se ha comprobado en ferias y otras gestiones de ventas masivas- pueden “desempolvar” artículos ociosos o de lento movimiento de los almacenes que son bien aceptados en otros lugares como machetes, machos, azadones, botas, herrajes y disímiles elementos útiles para el hogar.
Andrés Bueno Guerrero, director de la Unidad Central de Auditoría Interna en Camagüey, expuso los planes de captación y capacitación con los jóvenes egresados de economía para fortalecer el control en las entidades que producen o manejan recursos y evitar desvíos e ilegalidades, al tiempo que llamó a elevar la atención integral de los auditores en funciones para que puedan realizar faenas eficaces.
La Gobernadora de Camagüey, Yoseily Góngora López, indicó a los intendentes y direcciones de las asambleas municipales a garantizar el fortalecimiento de equipos de auditores, atenderlos debidamente y coadyuvar a su trabajo para completar las plantillas requeridas en cada lugar, no solo para detectar hechos delictivos, sino para prevenir que se cometan, mediante la exigencia constante del control interno de las empresas locales.
La calidad del agua y el saneamiento ambiental, a tono con las exigencias de países desarrollados garantes de las Naciones Unidas, fue tema de análisis por los representantes populares en cuyas localidades -por intricadas que sean- no hay un solo habitante que carezca del líquido vital potable.
Leonardo Soto Romero, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en Camagüey, la provincia más extensa de Cuba, explicó que el país pese al asedio brutal del bloqueo imperial que impide la entrada de recursos necesarios para continuar perfeccionando la calidad de las fuentes de abasto y purificación del agua, prioriza este año la consecución del mejoramiento de las plantas de tratamiento, fomenta nuevas conductoras y redes de distribución para la población y el desarrollo turístico de la cayería norte.
La Dirección Provincial de Planificación Física con el enfrentamiento a la posible creación de barrios marginales suburbanos, expuso, además, el plan de entrega de parcelas y solares que desde el 2015 se desarrolla en todos los municipios del país, sustentado en la microlocalización de zonas cercanas a fuentes de agua, electricidad, viales y otros requisitos de urbanización existente en todas las áreas planificadas para el levantamiento de viviendas a familias damnificadas de eventos climáticos y casos sociales.
La Delegación Provincial del Citma, también presentó para su aprobación en el Consejo Provincial de Gobierno, el plan anual de preservación territorial de suelos, agua y bosques, que no es más que el seguimiento de protección al Medio Ambiente frente a los cambios climáticos, defendido y apoyado por la Revolución desde el triunfo del Primero de Enero de 1959, fecha final al saqueo que ejercían sobre la tierra cubana las trasnacionales extranjeras encabezadas por Estados Unidos.