CAMAGÜEY.- Varias de las empresas asociadas al Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca (MINAL) en Camagüey, llevan al “laboratorio” colectivo los resultados de sus gestiones internas en el pasado 2022, proceso enfilado a dinamizar prácticas, y despejar el camino de las insuficiencias que ralenticen el desarrollo productivo.

La Cadena Cubana del Pan estuvo golpeada por los drásticos descensos en sus principales aprovisionamientos de materias primas, en especial, de la harina de trigo, destinada esencialmente para cumplir compromisos priorizados, como la merienda escolar.

Aunque el plan real logrado en la etapa se quedó al 95,5 por ciento, el gran salto se produjo en las ventas, al cerrar con un ingreso total superior a los 17 millones de pesos, logro factible gracias a las alternativas empleadas que permitieron un menor índice de consumo de harina.

Jorge Luis Gómez Rosales, director de la entidad, dijo que la atipicidad del año pasado exigió incentivar la creatividad, y por esa razón, se estimuló el fomento de la repostería, las bases para pizzas, pan saludable de yuca, y calabaza, y el relleno con pasta de guayaba.

Mencionó otros de la cocina popular cubana como el pinol, el chibirico, el buñuelo, las bolas de yuca, los tostones prelaborados, sin descuidar la protección de las pequeñas ventas de productos en moneda convertible, necesarias para responder a la adquisición de algunos insumos imprescindibles.

Al concluir la etapa anual, habían ahorrado más de 49 000 litros de diésel, mientras en electricidad se dejaron de consumir 384 236.02 mw, demostrativos ambos indicadores, del seguimiento realizado en cada fábrica con los índices de consumo.

Todavía queda trecho por recorrer en lo referente a la gestión de la inocuidad de los alimentos, pues eso entraña elevar la calidad de los productos terminados, sin descuidar, tampoco, la importancia relevante que tiene el uso de la ciencia, la innovación en los procesos fabriles internos.

Pese a las insatisfacciones en ese capítulo, se recogen buenas experiencias con la reparación del “Sistema giratorio del horno”, realizado en Esmeralda; el “Molde artesanal para las torticas rellenas, de Florida 3; la sustitución del “Rodamiento por bujes en los carros”, aplicado en Bentornato; y la “Sustitución de correas y poleas por piñones y cadenas en la conformadora, logrado en Guáimaro.

Entre las prioridades se hallan cumplir el plan 2023 en surtidos y variedades, además de los mantenimientos preventivos, sin descuidar la atención integral de los trabajadores, y proseguir estimulando el uso de harinas alternativas para elevar las entregas de alimentos a la población.

La Empresa Láctea de Camagüey tiene bien identificadas las problemáticas asociadas, sobre todo porque sus productos son de alta demanda social, que incluyen entregas de alta sensibilidad previstas en la denominada canasta familiar normada.

Pero el 2022, junto con las afectaciones energéticas, llegaron las complejidades con la recepción de la leche por incumplimientos de los principales proveedores, en algunos casos por impagos empresariales, y por la merma que se experimenta en esta etapa de muy escasas lluvias.

En su Asamblea de Balance y de Representantes, se citaron los buenos ejemplos, el esfuerzo de muchos trabajadores en cada centro para preservar, hasta donde fuera posible, la leche que llegaba a las fábricas en momentos de contingencia energética.

Se llamó a impedir que en el actual año se repitan las millonarias pérdidas en los centros de enfriamiento, tal como ocurrió en Vertientes y Najasa, sin embargo, la capacidad resolutiva ha permitido, por ejemplo, que en Esmeralda con alternativas se produzcan queso, requesón, y hayan detenido el decrecimiento en la recepción de la leche, que ronda los 5 000 litros.

La fiscalización con la calidad del demandado alimento, originó fuertes críticas de Danilo Porto, director general de la Empresa Láctea en Camagüey, cuestión que requiere un mayor seguimiento por parte de los directivos en los territorios y en la provincia, pues de ello depende no solo los pagos, sino el crecimiento de las producciones.

Diariamente se atienden más de 1 000 puntos de venta de leche y yogurt, todo ello demanda el gasto de unos 4 500 litros de combustible para su aseguramiento, sin olvidar que en horario alterno esos vehículos deben ejecutar el acopio en lejanos puntos de la geografía camagüeyana.

El buen hacer de la fábrica Coppelia fue expuesto por su administrador, Amado Enrique Morell Espinosa, quien abundó sobre los esfuerzos realizados en el objetivo de aumentar y diversificarse hacia nuevos surtidos, sin perder su objetivo que es elaborar helado con derivados de la soya.

Se calificó de positiva la experiencia lograda con Citmatel para las ventas online, y el propósito es sumar a La Vaquita, Guáimaro y Sibanicú a este proceso.

Víctor Requeiro Sánchez, director de la fábrica de Nuevitas, comentó del interés en recuperar surtidos, sobre todo porque es la única en la provincia que atiende otros dos territorios. Ahora, se volcarán a reparar la descremadora, vital en sus nuevos empeños.

En las últimas semanas, se han ido actualizando los pagos atrasados a los productores, se proyectan mecanismos de conciliación que eleven las contrataciones mensuales, y activar procesos fabriles en industrias con un peso tan importante como Leche en Polvo.