CAMAGÜEY.-En medio de las limitaciones impuestas por la COVID-19, el Programa Materno Infantil (PAMI) continúa en funcionamiento en la provincia de Camagüey, con la adopción de medidas que garanticen la asistencia especializada, según las debilidades y morbilidades presentes en el territorio.

Así refirió a la ACN Ivette Prince Martínez, jefa de la sección Materno Infantil en la Dirección Provincial del sector, quien comentó que dentro de ese enfoque estratégico tiene especial interés la atención al riesgo reproductivo, considerada la causa fundamental de los problemas de salud existentes en el Programa.

El embarazo en la adolescencia, para lo cual son asignados los recursos necesarios en las consultas dirigidas a ese grupo etario, tanto en las del nivel primario como en las de los hospitales provinciales, resulta una de las principales atenciónes del programa, señaló.

Dentro de las prioridades está también el seguimiento especializado a las féminas en edad reproductiva con padecimientos crónicos, entre las cuales sobresalen las cardiopatías, la hipertensión arterial, las afecciones renales, y las enfermedades sistémicas como el lupus.

A ese grupo poblacional se les proporciona una asistencia diferenciada desde la atención primaria, en aras de que la concepción ocurra en el momento más oportuno, explicó la doctora.

La especialista de segundo grado en Pediatría y en Cuidados Intensivos y Emergencia, aseveró que en Camagüey resta mucho por perfeccionar desde el nivel primario al tratamiento de la mujer en edad fértil con obesidad, teniendo en cuenta que alrededor del 20 por ciento de los embarazos logrados en la región son de madres con esa condición.

Ello incrementa el riesgo de aparición de diabetes gestacional, de fenómenos hipertensivos, y otros relacionados con el parto, tanto para la progenitora como para el hijo.

El perfeccionamiento con entrenamiento continuo de la atención prenatal es otra de las estrategias, en la búsqueda de un embarazo y un parto seguros para la madre y el bebé, acotó Prince Martínez.

Como labor de primer orden prosigue la asistencia en los servicios maternos en unidades hospitalarias de los municipios de Florida, Santa Cruz del Sur, Guáimaro y Nuevitas, y en el Hospital Ginecobstétrico Ana Betancourt de Mora, ubicado en la capital provincial, para el seguimiento del ingreso, del alumbramiento y del recién nacido.

Otro de los retos en el actual contexto es mantener el flujo de los pacientes a las prestaciones a las parejas infértiles, y garantizar la transportación desde su zona de residencia hasta el servicio provincial, y en algunos casos para las que deben trasladarse hacia los que de forma territorial brindan Cienfuegos y Holguín,por su especialización, subrayó.

A su vez, se mantienen funcionando los siete hogares maternos - cinco emplazados en la capital provincial y los dos restantes en los municipios de Florida y Santa Cruz-, con el propósito de ofrecer tratamiento oportuno a las mujeres con complicaciones en el periodo de gestación, además de las camas de hospitalización disponibles para ello en otras demarcaciones.

La limitación de la entrada de visitas, el uso obligatorio del nasobuco (mascarilla), el lavado de manos, el distanciamiento social, y la pesquisa de síntomas respiratorios constituyen las normas higiénicas en esas instituciones a adoptarse durante la presente contingencia.

Sin embargo, el autocuidado y la responsabilidad son fundamentales en el contexto familiar de las embarazadas, los niños pequeños y recién nacidos, para evitar el contagio con la COVID-19, sobre todo cuando sigue siendo compleja situación epidemiológica de la región agramontina.

La asistencia a las gestantes y puérperas infectadas con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se ofrece con la valoración del personal especializado, en el Hospital Clínico Quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad, uno de los destinados para el enfrentamiento a la pandemia en el territorio.