CAMAGÜEY.- El Hospital Clínico Quirúrgico Docente Amalia Simoni ha atendido cerca de 3 000 pacientes avileños y camagüeyanos desde que se confirmaran los primeros contagiados de COVID-19 en Cuba en marzo de 2020.
“Aquel brote inicial significó 1 100 ingresados. De mayo a agosto trabajamos un segundo, sobre todo con alrededor de 500 pacientes de Ciego de Ávila. Entre los casi 2 000 pacientes que pasaron por aquí en 2020 solo tuvimos tres fallecidos.
“Un reconocimiento especial merece que no se contagió nadie de nuestro personal, reflejo de un cumplimiento estricto de los protocolos y la garantía de los medios de bioseguridad para protegerse, razón por la cual fuimos sede del acto nacional de la Jornada de Seguridad y Salud en el Trabajo, afirmó Dr. José Luis Pérez Lugo, director del hospital.
En el período, además, enfrentaron diversas situaciones complejas, incluyendo la realización, por primera vez, de una cesárea a una paciente avileña.
En el 2021, en cambio, la situación se ha complejizado.
“En este último brote, que ha sido el más grande, tuvimos durante más de dos semanas todas las camas ocupadas. Hemos tenido un mayor número de casos complicados y de fallecidos, por lo general personas que llegaron tarde al ingreso y ancianos con comorbilidades, mas el desempeño de los trabajadores siempre ha sido meritorio.
“También ha habido contagios del personal de la Salud. No en todos los casos está demostrado que se enfermaran en la Zona Roja, pero en varios sí es evidente, debido al volumen de casos que atendemos”.
Dedicado por entero al enfrentamiento a la COVID-19, excepto su extensión hospitalaria detrás del centro mixto Máximo Gómez Báez (conocido como la Vocacional) donde ingresan y atienden enfermos de dengue, el “Amalia”, no obstante, no se ha desatendido de sus pacientes habituales.
Foto: Rodolfo Blanco Cue/ACN
“El personal que no enfrenta directamente la pandemia, al destinarse la institución a la atención de la COVID-19, se trasladó a otras para seguir dando servicios, consultas, y mantener la proyección comunitaria. Ello implica sacrificios, cambio de rutinas, pero no han dicho que no en ningún momento. Además, apoyamos la asistencia médica en los hospitales Manuel Ascunce y el Oncológico María Curie.
“Hemos pasado por tres procesos de desinfección y descongestión, sumamente complejos y asumidos con buena parte del colectivo”.
Uno de los hitos en este período fue la realización de una cesárea a una embarazada avileña ingresada en el hospital. Foto: Rodolfo Blanco Cue/ACN
Como confirma el director, justo en la valía de sus hombres y mujeres radica la clave de los resultados del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, una institución en vela desde que asomó el nuevo coronavirus.
“Ahora ingresamos confirmados sintomáticos y sospechosos de alto riesgo. Si bien no se puede hablar de desgaste, hay una acumulación de trabajo que va pesando, porque allá adentro se trabaja con mucho estrés y se suman meses. Muchos no han salido de vacaciones en un año, pero allí están, cuidándose y salvando vidas”.