CAMAGÜEY.- El aniversario 45 de la institución donde se fundó y actualmente radica la Escuela Provincial Pedagógica Nicolás Guillén Batista ha sido motivo de varias actividades. El intercambio entre alumnos y profesores de diferentes generaciones que han transitado por allí marcó la jornada de hoy y removió sentimientos sin importar edades.

Gratitud, amor por la profesión, inspiración, motivación, compromiso, responsabilidad… fue la huella de este día en las futuras generaciones, fue el legado que dejó la experiencia para el porvenir, fue lo que al sentir de los actuales estudiantes les dejó este diálogo.

SEAN MÁS QUE MAESTROS, EDUCADORES

Kenny Ortigas Guerrero se desempeña como vicepresidente del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, sin embargo, según sus propias palabras, es un guajirito con mucho orgullo del municipio de Sierra de Cubitas, de La Gloria, la primera colonia de norteamericanos fundada en Cuba. Hasta allí entraba la guagua de la escuela de Instructores de Arte (radicada en la instalación del 2000 al 2013) a recogerlo solo a él, el primero graduado de esa especialidad en su comunidad.

“Esta escuela alberga en sus pasillos la huella de grandes personalidades. Además del conocimiento científico que se gestaba, también fue la escuela de nuestros primeros amores… Nos trajo grandes ilusiones. Es este escenario tuve mi última prueba con Mario Guerrero y en aquella esquina tengo una de las fotos más lindas de con mi papá tomada aquel día.

“Era una escuela de vampiros también… –y la anécdota le robó las carcajadas a todos. Era tanto el derroche creativo que un grupo de estudiantes se creyó que eran vampiros de verdad, y hasta hombres lobos… Pero nos enseñó a amar a este país, nos dio una formación con grandes maestros, nos enseñó la importancia de los detalles.

“En mi graduación, la segunda, no olvido que Fidel se disculpó conmigo, ¡imagínense, Fidel!, porque querían habernos llevado antes y no había sido posible; porque así de inmenso era él”.

Este joven, que rememoró sus ganas de hacer cultura desde chiquito, dejó entre otros mensajes a los estudiantes que “sean más que maestros, educadores; se es inteligente cuando se escucha; el estudio es lo único que les dará garantías en la vida; lleven siempre consigo el detalle y que una vida de sacrificio les espera”.

APROVECHEN LO QUE LES BRINDA LA REVOLUCIÓN

El sueño de Alejandro Saavedra Figueredo era la música pero “por la necesidad que había de maestros ingresé al contingente Manuel Ascunse, y nunca me voy a arrepentir de haber tomado esa decisión, dijo a los presentes conmocionado luego del agradecimiento de una estudiantes de Santa Cruz del Sur, su pueblo natal. Él fue graduado en esta escuela en 1977 y actualmente es profesor de Geografía de la Unidad 2.

“Experiencias tengo muchas, y vivencia, pero sobre todo les aconsejo que estudien, que aprovechen lo que les brinda la Revolución en esos momentos, porque cuando estuve de misión en Nicaragua, recuerdo que fui a hacer mi primer trabajo de control y me imprimieron las pruebas, tenía todo listo, y me dijeron que tenía que cobrar 100 pesos por cada estudiante…

“Esta Revolución es muy grande y jamás la podemos perder, y eso lo hacemos dando buenas clases. Mientras toda la ciudad duerme la única lámpara que se ve encendida es la el maestro, preparando su clase para el próximo día. Yo los invito a que sigan ese ejemplo”.

Cuenta Noel que además de profesor era compañero, deportista, participaba con ellos en todo: “era un paradigma”.

USTEDES SON LA CONTINUIDAD”

En estos momentos Noel Pérez Díaz es el Intendente del municipio Carlos Manuel de Céspedes, pero su formación es pedagógica. Fue líder estudiantil y el graduado integral de la Escuela de Maestros Primarios (que también ocupó esta sede) en 1991.

“Al graduarme cumplí varias tareas: primero en Sierra de Cubitas, luego en el sector rural ya en mi territorio, como metodólogo, director de Educación… Mi generación vivió una etapa que nos marcó mucho y fue el Periodo Especial, en el que la unidad fue fundamental para mantenernos en las aulas es condiciones precarias, con problemas serios en el orden económico, y aun así graduar a los estudiantes que hoy se enorgullecen de sus títulos y muchos son nuestros compañeros.

“Y en medio de todo aquello nunca dijimos que no, estuvimos siempre al lado de nuestros niños y además de ser maestros nos convertíamos también en sus padres y ayudábamos incluso para mejorar la comida de la escuelita rural.

“Ustedes son esa continuidad, los seguidores de la revolución, enfrentar todas las campañas subversivas que se gestan hoy para confundir a nuestros jóvenes es uno de sus principales retos como maestros”.