CAMAGÜEY.- En territorio de la Zona de Defensa 6 de Senado, en Minas, se asientan, sobre un rojo tapete de 1 225 hectáreas de suelos fértiles y potreros los 53 socios de la Cooperativa de Producción Agropecuaria “Ignacio Agramonte”, dedicados a la ganadería, pero en estos tiempos de buscar alimentos –hasta debajo de la tierra- para enfrentar los embates de la pandemia universal COVID-19, consolidan los cultivos tradicionales de autoconsumo y multiplican los sembradíos de períodos cortos de cosechas.
Por eso, uno ve hectáreas de yuca compactadas allá y algunos surcos de ese tubérculo retoñando en vecindad con las maticas de maíz y también cultivos varios en los límites de un campo de malanga. Dándole la vuelta a esas plantaciones, en zonas más bajas y con posibilidades de riego, se tocan con las manos las espigas “preñadas“ de arroz que piensan recoger en mayo.
EL PALMAR SE BAÑA CON AGUA DE LA SANTA CRUZ
Aunque la pintoresca finca El Palmar, se desliza por la falda pedregosa de una verde colina y colinda con los suelos de la Ignacio Agramonte, pertenece al campesino, David Ramírez Armas, de la CCS “Sergio González” .En sus 13,42 hectáreas, además de la cría de ganado vacuno, el anapista cultiva café y se prepara para aprovechar las aguas que bajan de la presa Hidráulica Cubana o Santa Cruz, en Sierra de Cubitas, en el desarrollo el cafeto y en nuevas plantaciones de cultivos diversos.
En ambos lugares del municipio Minas, el presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP), Ariel Santana Santiesteban, acompañado por Yoseily López Góngora, vicepresidenta del CDP y especialistas del Ministerio de la Agricultura en Camagüey, dialogó con los campesinos y sugirió la siembra de distintas variedades de yuca de manera escalonada para que ese alimento humano y también necesario en la fabricación de pienso criollo animal, no falte todo el año. Indicó en esa zona de Senado, Minas, el incremento de nuevas áreas con cultivos de boniato, maíz, calabaza y hortalizas, no solo para el autoconsumo de los cooperativistas y sus familias, sino para vender a la población en los mercados agropecuarios.
Antes de enrumbar hacia el polo agrario de Camalote, Nuevitas, la comitiva recorrió en Don Manuel, las tierras estatales en preparación para la campaña de siembra de primavera de cultivos varios que esta vez no deben perderse por falta de brazos y movilizados de la zona.
Elbis Pérez Olivera, delegado de la Agricultura en la provincia, manifestó a los periodistas presentes que para lograr el amplio plan de más de 20 600 hectáreas para la referida campaña, la semilla, excepto la de boniato que se gestiona en distintas provincias del país, estaba garantizada, y señaló que para alcanzar tales propósito es necesario aprovechar toda fuente de agua para el riego e intercalar las variedades agrícolas en la búsqueda de mayores rendimientos alimenticios que lleguen al plato de la familia camagüeyana.
En áreas de Camalote, Santana Santiesteban, presenció una siembra de boniato con regadío y distintas áreas con ají de ensalada en producción, maíz y fruta- bomba incipientes, donde el intercalamiento agrícola podrá aprovechar mejor toda tierra acondicionada en secano y con sistemas de riego.
Como colofón, los visitantes recorrieron las limpias plantaciones de la finca La Esperanza, del septuagenario campesino, Orlando “Bebo” Ramos Gutiérrez, quien es ejemplo dentro y fuera de Cuba en la agroecología, mediante la aplicación de abono orgánico y buenas mañas tradicionales que heredó de su familia guajira junto con las tierras que cultiva milímetro a milímetro con variedades de vegetales, viandas y frutales en suelo árido o con el aprovechamiento de un pozo, por ejemplo, para irrigar frijoles.