CAMAGÜEY.- El Centro de Investigaciones de Medio Ambiente (Cimac) cerrará el presente año con una labor destacada en sus líneas de trabajo, en respuesta a la Tarea Vida, como la adaptación al cambio climático, la prevención de la vulnerabilidad ante desastres, la producción de alimentos y el ordenamiento medioambiental en apoyo al progreso en el turismo.
Durante el 2018 el proyecto Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria (Basal) siguió sus estrategias para combatir las afectaciones ocasionadas por el clima, en Jimaguayú. En ese territorio se constituyeron las fincas escuelas La Victoria y El Renacer, que muestran las buenas prácticas y los resultados favorables en el renglón agropecuario, fueron reincorporadas 107 ha. para la ganadería y 34,9 destinados a la siembra de cultivos resistentes a las condiciones meteorológicas extremas.
La gestión y evaluación del estado de las playas de la cayería Norte, de las destinadas al turismo y de las que poseen un alto grado de antropización a causa de los asentamientos costeros, también estuvo entre las tareas de la institución. Contribuyeron a ese propósito el análisis de los procesos erosivos, el fortalecimiento de la red de monitoreo ambiental y la valoración del proceso de recuperación de la zona costera a un año del paso del huracán Irma y el seguimiento a las soluciones de mantenimiento del polo turístico de Santa Lucía.
En favor de la biodiversidad y la conservación del manejo de las áreas protegidas, el centro monitorea zonas como los cayos Romano, Cruz y Sabinal, Limones Tuabaquey, en la Sierra de Cubitas y los ecosistemas del archipiélago Jardines de la Reina. Entre otros resultados también resaltan los estudios de multipeligro en la provincia, primero realizado en el país que favorece la comprensión del riesgo de desastres, con enfoque preventivo, que permita pasar de la emergencia a la resiliencia.
Sobresalen, de igual manera, en este año, la colaboración del Cimac con la Universidad Ignacio Agramonte Loynaz en materia de tutorías y oponencias de tesis, la participación en tribunales y la colaboración de los investigadores como profesores de pregrados y de tres maestrías. Dentro de los reconocimientos recibidos por la entidad, se halla el Premio Provincial del Medio Ambiente, una merecida distinción por sus dos décadas de entrega al desarrollo sostenible en el territorio.