CAMAGÜEY.- Quizás bastaría con sus versos: "a los héroes se les recuerda sin llanto", para "sentirse cada día más cubano", porque "mi tierra me llama, a vencer o a morir", y "el canto de la Patria es nuestro canto". Quizás bastaría con sus rostros variopintos, de jovencisíma y de consagrado, de narrador, y de cantora, y de músico, y de futura bailarina. Quizás bastaría con su pasión y su maestría interpretativa, con sus renombres, con sus empujes. Pero ellos mostraron más.
A fuerza de talento, firmaron la mayor de sus obras: el compromiso irrevocable con la Revolución que más ha hecho por la cultura, porque la sabe su escudo y su machete. A cuatro años de aquel 1ro. de diciembre, en que los agramontinos acompañaran a su Comandante en Jefe en vigilia de Patria y amor en su tránsito a la eternidad, el Teatro Avellaneda vibró con el "Canto a Fidel" de representantes de su vanguardia artística y estudiantes de las escuelas de arte.
Allí estuvieron Ariel Santana Santiesteban, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su primer secretario en Camagüey, y la diputada al Parlamento y gobernadora, Yoseily Góngora López. Estuvieron también cientos de jóvenes, trabajadores, intelectuales, en nombre de los cuales un alumno universitario, futuro soldado del ejército de batas blancas que "invade" países y salva vidas y almas, confirmó una certeza de estos días: Cuba con todos, Patria socialista de los que nos sentimos Fidel.