CAMAGÜEY.- El Concurso de Coreografía e Interpretación Fernando Alonso in Memoriam prosigue en la ciudad de Camagüey con énfasis en algo esencial para el bailarín: el dominio de la técnica, el sentimiento en cada movimiento y el respeto al estilo.

La exposición y el debate en el Hotel Plaza conllevaron a identificar los desafíos de las compañías en el territorio, a partir de la problemática de la inestabilidad del trabajo escénico debido al contexto.

José Antonio Chávez, Premio Nacional de Danza y coreógrafo del Ballet de Camagüey, donde reconoce su trabajo como creador, afirmó que la agrupación tiene una solidez histórica que asegura su permanencia.

“Debemos hacer que esta juventud adquiera conciencia de su responsabilidad y de importante a la carrera que ha elegido. Las nuevas tecnologías nos alejan y urge engrandecerse internamente, culturalmente. Hay que sentir las cosas”, señaló el presidente del Concurso Fernando Alonso in Memoriam.

Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba, profundizó en la importancia del maestro y en el paradigma cubano que es Fernando Alonso por su contribución desde la ciencia, en particular de la anatomía y la física aplicada a la pedagogía del ballet.

Esa escuela cubana se caracteriza por el dominio de la técnica, el sentimiento y el estilo: “Si no tiene el sentido interpretativo en lo técnico, es un gimnasta no un bailarín; y los gimnastas tienen más condiciones que los bailarines”, dijo Cabrera.

Reinaldo Echemendía, director del Ballet Folklórico de Camagüey, explicó que en su caso el legado viene de la cultura popular tradicional, siempre dinámica, por eso no puede nutrir su compañía solo con artistas de academia.

Luego mencionó a Fernando y Alicia Alonso como referentes: “Gracias a figuras como ellos hoy tenemos instituciones. El sistema institucional del país te ayuda a la proyección porque le has dado resultados y frutos a la cultura cubana”.

El intercambio buscó las experiencias desde las captaciones en la temprana edad a través del Centro de Promoción Fernando Alonso del Ballet de Camagüey, convertido en un formador de las familias y de públicos en sus 34 años.

La profesora y coordinadora María Herminia Martínez de la Torre, más conocida como Minita, recordó la fundación por encargo de Fernando Alonso, y las enseñanzas de vida de ese maestro forjador de seres humanos mejores.

“Fernando supo prepararnos en lo artístico, pero también como personas con lecciones de cómo debíamos entrar correctamente vestidos al salón, nos dio clases de inglés para las giras, nos enseñó a cómo sentarnos en un restaurante y cómo comer. Fue integral. Hizo que cada uno en la compañía se sintiera importante”, rememoró Minita.

La idea de este Centro de Promoción y de la importancia de que cada compañía logre la contera con talleres propios, remitió al emprendimiento de Laura Alonso hasta Prodanza que, lejos de suponer un desafío al sistema nacional de enseñanza artística impulsada por sus padres Fernando y Alicia, dio un vuelco a las captaciones.

En ese sentido, Miguel Cabrera comentó que de Laura salieron el Ballet Acuático, Lizt Alfonso y otras compañías de relevancia en la actualidad, y en relación con este viaje al hablar a Minita, sobrina de Vicentina de la Torre, fundadora de la academia y del Ballet de Camagüey: “Me voy con una sensación. La escuela refleja la pulcritud de tu tía en los pasillos, los salones, las ventanas… Debemos aspirar a ser los patrones de excelencia. Terrible el país que no tiene el ejemplo a seguir. Nosotros los tenemos”.

La mexicana Josefina Avellano Chávez, prendió el cenital para la situación del arte desde dos ópticas en función de gestionar un futuro en el que más miembros de la sociedad se vean beneficiados.

“Debemos ver la educación artística como un derecho humano, lo que obliga a escudriñar en cómo los recursos escasos de un país se enfocan al aseguramiento de ese derecho. Además de la necesidad del rigor está la función social del artista, por tanto, este ha de ser una figura de inspiración para invitar a lo que nos falta de paz, concordia y armonía”, dijo quien participa como jurado.

El Teatro Principal sigue descorriendo telones a las 5:00 p.m. para las obras en concurso que van dejando una grata emoción por la presencia en escena o detrás de bambalinas de alumnos y maestros de escuelas de arte, compañías profesionales y aficionados del Centro de Promoción.