CAMAGÜEY.- Antes de llegar por tercera vez a España, varios diarios hablaban del Ballet de Camagüey (BC) Calificaban de exitosas las giras anteriores. Había expectativas por El lago de los cisnes, obra cumbre del ballet clásico mundial que, por esos días, allá interpretaría en otros escenarios el Ballet de Kiev. Cuando fueron con Gisselle, cinco compañías presentaron lo mismo; por tanto, en una plaza cultural como esa, cada escuela luce la forma de bailar, presume de sus mejores recursos, en nuestra caso, principalmente, los humanos.

Fueron ocho semanas con la historia del príncipe Sigfrido y Odette, la joven convertida en cisne debido al hechizo de Von Rothbart y de su hija Odile, el cisne negro. A la entrada del Teatre Apolo de Barcelona y del Teatro EDP Gran Vía de Madrid se resaltaba la música de Tchaikovsky. Se preguntaba: “¿Será su amor capaz de romper la maldición, o permanecerá embrujada para siempre?”.

En los carteles asomaban varios rostros. Por los roles protagónicos destacaban los primeros bailarines Rosa María Rodríguez y Yanni García, luego los solistas Shirley Suárez y Harold Báez. Relacionaban la adaptación coreográfica con Rafael Saladrigas; y la dirección del elenco con Regina Balaguer.

PUNTOS DE GIRO

Como imagen publicitaria ponderaban la Odette (Rosa María Rodríguez) retratada por Alejo Rodríguez:

“Fue emocionante verme en pancartas. Estaba en los estanquillos y hasta en la gigantografía en una guagua”. Sin embargo, esa fascinación de quien lleva como primera bailarina desde el 2017, no oculta la impresión inicial: “Era mucha carga encima: los nervios, el ir casi directo a función… quizá por eso no arrancamos con la fuerza con que nos preparamos”.

El lago… es un ballet fuerte desde el punto de vista técnico e interpretativo, con danzas diferentes en cada acto. Ofrecieron 43 funciones, por tanto, se bailaba de martes a domingo. En otras etapas, en Cuba, lo hacían de jueves a domingo, para unas 120 presentaciones al año. Ya ni en sueños. Además, esta versión camagüeyana sufrió cambios por los intereses del empresario español. Al estrenarla aquí utilizó dos bailarinas, una para Odette y otra como Odile, allá no. Hubo que sacrificar media hora del tiempo inicial de dos horas y 10 minutos, sin alterar el argumento de la obra.

 Saladrigas celebra sus 47 años de trayectoria. Saladrigas celebra sus 47 años de trayectoria.

“Para mí ha sido la gira más dura. Fuimos 30 bailarines y 6 técnicos. Para un Gisselle, un Lago, un Quijote se requieren 40 en escena, pero funcionó”, dice el regisseur y maître Rafael Saladrigas.

Iradiel ya cuenta 22 años como bailarín profesional.Iradiel ya cuenta 22 años como bailarín profesional.

En cambio, significó algo nuevo para el solista Iradiel Rodríguez, a la altura de 22 años de carrera. El único hechicero sintió la mirada del público las 43 funciones:

“En ocasiones me gritaban ¡bravo!, otras me aplaudían al salir. Llegamos para comernos el escenario. Luego no fue menos pero había que cuidarse. Gracias a Dios no me lesioné”.

Idalenis Martínez lleva cuatro años en la compañía y tiene consciencia de su responsabilidad para hacer brillar desde el cuerpo de baile. Sentirse segura implica cada detalle: si está bien peinada y maquillada, si lleva correcto el vestuario y las zapatillas, la limpieza, la técnica. Ella relaciona el resultado con la exigencia de los maestros, por ejemplo, Liuba Corzo incidió en los cuatro cisnes. Así menciona a María Varela, Elda Armengol, Lila Martínez, Rafael Saladrigas y la directora Regina Balaguer.

“Lo más impactante para mí fue la presencia de Aurora Bosch. Una clase suya es maravillosa. Tomo como un gran tesoro cada detalle que dice y hace con su cuerpo. La admiro muchísimo por la persona que es, por lo que hizo y por lo que hace con nuestra generación”, enfatiza Idalenis.

También la solista Shirley Suárez cumplió cuatro años en el BC. Celebra la dicha de asumir su primer protagónico en El lago… y en su primera gira al exterior:

“Nos apoyamos mucho, desde darnos ánimo a lo urgente. Rosa y yo compartimos camerino y nos ayudábamos en cambios de vestuario y adornos del pelo, o a estirarnos porque a veces bailábamos con lastimaduras sin que el público lo notara”.

En diciembre pasado hizo El hada del azúcar en la suite de El Cascanueces, del coreógrafo Norbe Risco por los 55 años del BC: “Probablemente volvamos a España a finales de año, pero con Cascanueces. Lo interpreté. Me hace feliz la oportunidad de crecer en mi personaje”.

VIDA DEL BALLET

“La gira para la compañía resultó muy satisfactoria. Vimos personas que repetían en el teatro. El lago de los cisnes es un reto inmenso. La compañía se renueva constantemente. La edad promedio está entre los 19 y 21 años. El 97 por ciento del elenco se enfrentaba por primera vez a la obra. Hubo lesionados por agotamiento pero todo fue solucionado. Fue una oportunidad después de mucho tiempo y a pesar de las dificultades con los materiales para trabajar”, cuenta la directora Regina Balaguer.

En opiniones de redes sociales señalaron el vestuario, ¿por qué?

─El vestuario no es nuevo porque estrenamos El lago… en 2014, pero está conservado. También decían que la escenografía era obsoleta. No, es de telones; trasladar otro tipo requiere hacerlo en barcos y para nosotros es imposible. No hay función perfecta, pero fueron dignas, con un resultado técnico-artístico que hizo crecer a nuestros jóvenes bailarines.

“En la última función aquel público nos ovacionó y varias personas gritaron ¡Viva Cuba! Aurora Bosch impartió clases y nos acompañó en muchas funciones. En la primera en Madrid accedió a entregarme un ramo de flores. Que una de las representantes máximas del ballet en Cuba siempre esté dispuesta con el BC es una satisfacción enorme”.

En la descripción de la publicidad se dice que Fernando Alonso fundó el BC…

─Ese dato erróneo está en Ecured. Hoy en día muchas cosas se toman de Internet. Nos pasó en Colombia y en México. Fernando y Alicia Alonso contribuyeron a la fundación porque las primeras figuras del BC eran del Ballet Nacional, pero la forjadora de la compañía fue Vicentina de la Torre. Claro, también al principio, que no se conocía el BC, el nombre de Fernando era un puntal para la venta. Fue una gran figura y dirigió la compañía 17 años. He explicado al empresario que como no es verdad no se puede estar poniendo así.

“Más allá de eso, no habíamos tenido un despliegue publicitario como ahora. Allá hubo carteles, filmaciones, videos, televisión, radio, prensa escrita que al final tergiversaron cosas. Estuvimos en Televisión Española, el único canal estatal. Eso da visibilidad y abre puertas. Tenemos una invitación en octubre para galas en países de Centroamérica; el retorno a España en diciembre con Cascanueces, y el proyecto de regresar el próximo verano con El lago…”.

Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey.Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey.

Habla con la seguridad de quien dispone de una compañía sólida, ¿puede a pesar del éxodo?

─Es un problema complejo. En este momento, mucho más intenso, pero el BC a lo largo de su historia ha tenido éxodos. Las personas aquí se desarrollan y luego van para La Habana, el extranjero un otro trabajo, por una cuestión de salarios y precios.

“Cuando era bailarina, con Fernando en la dirección, en una oportunidad se fueron 13 bailarines solistas, primeros solistas, y la compañía siguió. En el '94 de Monterrey regresaron 12, la compañía se quedó sin varones. A México fuimos en el 2004 y se quedaron 6, pero en el 2018 estuvimos en Suiza y en España y no se quedó nadie. Lamentablemente ahora se quedaron 8 bailarines.

“Tampoco los vamos a amarrar, cada cual es dueño de su vida, pero lo más importante es que terminaron el compromiso, excepto dos; hicieron gala de su desarrollo técnico artístico. Buscaremos alternativas. Si no pueden ser 24 cisnes, serán 12, serán 8, como en otras compañías. Tenemos la escuela. No será la primera vez que sumemos estudiantes de segundo año y de tercero. Su futuro es pertenecer a esta o a otra compañía. La mayoría de los que estamos sí tenemos sentido de pertenencia, trabajamos por el BC”.