JIMAGUAYÚ, CAMAGÜEY.- Los más de 200 asociados de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Dionisio Riandes Cerván, del municipio de Jimaguayú, en Camagüey, mantienen este año el compromiso de entregar, por primera vez, un millón de litros de leche a la industria.
Con el propósito de lograr mayor eficiencia en el ordeño y la calidad de la leche que se produce, Onoiver Toledo Consuegra, presidente de la CCS, explicó que abrieron tres nuevos centros para el enfriamiento de ese alimento.
Por nueve años consecutivos, aseguró, cumplen con la entrega de carne, y hasta la fecha, precisó que se mantienen por encima del plan mensual, por lo que aspiran a concluir el 2025 con las 74 toneladas previstas.
Hacia el desarrollo de los cultivos varios dirigen también sus esfuerzos los productores de las 120 fincas de la CCS, y en ese sentido, comentó que pretenden contratar con Acopio más de 10 000 quintales para el actual calendario, a partir del impulso que hoy tienen las plantaciones de yuca, plátano, boniato, maíz y arroz, esta última con ocho hectáreas sembradas.
La CCS, apuntó, mantiene entre sus encargos la prestación de servicios de maquinaria a otras tres cooperativas, y ante el déficit de combustible emplean 36 yuntas de bueyes para las labores menos complejas.
PASIÓN POR EL CAMPO
La finca familiar El Taburete, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Camilo Cienfuegos del mismo municipio destaca por el cumplimiento de los planes de entrega de leche y carne y la diversificación de sus producciones.
Fernando Rodríguez Ávila, su presidente, precisó que al cierre de marzo sobrecumplieron m los 900 litros de leche planificados por la finca, y aspiran a concluir el año con los más de 26 000 previstos.
En esos rendimientos favorables, comentó, influyen la implementación de sistemas silvopastoriles y de raleo, así como la garantía de una base alimentaria de caña y king grass para el ganado.
En cuanto a la entrega de carne, explicó que en este calendario pronostican superar las 4.7 tonelada.
La vida de nosotros, comentó, es la agricultura, una pasión que heredé de mi padre Fernando Rodríguez González.
Refirió que, aunque el objeto social de la finca es la producción de leche y carne, además de sembrar viandas y hortalizas, incursionan en el cultivo del café en el llano.
Ese terreno, cubierto de maleza, lo convirtió, junto a su esposa y dos hijos, en una área de tres hectáreas donde florecen más de tres mil plantaciones de las variedades Robusta Vietnamita y Arábico injertado sobre un patrón de Robusta, esta última más fuerte para combatir las plagas.
El pasado año, señaló, recogieron las primeras 400 latas de café y para la próxima cosecha aspiran a recolectar más de mil latas de ese grano, el cual debe comercializarse como una producción terminada, en particular, en el consejo popular aledaño a la finca.
Aquí se trabaja todos los días, desde la madrugada hasta tarde en la noche, pero se disfruta mucho el resultado del trabajo, porque estamos conscientes de que el pueblo necesita del aporte del campesinado camagüeyano, afirmó.