CAMAGÜEY.- Tras el aplazamiento del principal espectáculo deportivo del planeta a consecuencia de la pandemia de COVID-19, los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio luchan por reinventarlo.

Desde la capital japonesa todos los días llegan noticias sobre los protocolos sanitarios previstos, la presencia de público en los estadios o la prohibición del turismo internacional vinculado al evento; mientras, alrededor del mundo miles de atletas buscan su boleto.

En un calendario clasificatorio que varía constantemente en dependencia de la capacidad de las sedes de asegurar los torneos ante el acecho del nuevo coronavirus, los deportistas cubanos se insertan gracias a una minuciosa planificación que busca la mayor cantidad de plazas con economía de recursos y protección sanitaria.

Hasta esta semana nuestro país había clasificado a 42 competidores en nueve disciplinas.

Publica Cubadebate que “sobresalen los 14 clasificados del atletismo, los doce de la lucha en sus tres modalidades y los cinco representantes del tiro deportivo. Junto a ellos, los otros confirmados se dividen en cuatro para el canotaje, dos de la gimnasia artística y el pentatlón moderno, y uno para el taekwondo, el remo y el ciclismo”.

Con el proceso preolímpico en su recta final, ya es prácticamente imposible emular los 120 participantes que presentamos en Río 2016 en 18 deportes, aunque sí podríamos igualar o superar el botín de medallas con-seguido en la bella urbe brasileña.

Al día de hoy, solo cuatro camagüeyanos han asegurado su presencia en Japón: el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría, la corredora Rose Mary Almanza, la triplista Davisleidys Velazco y la canoísta Mahivianet Borges.

No obstante, tienen opción de buscar pasaje alrededor de una decena de agramontinos, en dependencia de la suerte que corra el equipo nacional de béisbol en sus dos oportunidades.

Entre los de más posibilidades están los boxeadores Julio César La Cruz, Yoenlis Hernández y Dainier Peró, quienes tienen asegurados sus puestos en la escuadra que viajará en mayo a Buenos Aires en busca de créditos olímpicos en todas las divisiones.

También podrían integrar las filas de los Domadores Kevin Brown y Damián Arce, pero hasta el momento no han contado con la confianza del entrenador jefe.

El campo y pista antillano aún busca incluir a un segundo grupo de atletas, entre ellos el velocista Roberto Skyers, quien necesita acercarse a sus mejores tiempos para lograr la marca que exige World Athletics.

La discóbola esmeraldense Silinda Morales entra en los planes de la comisionada Yipsi Moreno, pero tendría que elevar su registro personal para llegar a la nación del sol naciente.

Otro que tiene que mostrar su mejor nivel para con-seguir este objetivo es el clavadista Jeinkler Aguirre , obligado a quedar entre los 18 primeros lugares del venidero Mundial.

Los peloteros se hallan en un caso diferente, pues aunque algunos Toros logren la clasificación en el preolímpico de las Américas, esto no aseguraría sus nombres en el roster que se ofIcialice bajo los cinco aros; sin embargo, esperamos que los lanzadores Frank Madan y Yosimar Cousín, y los jugadores de posición Alexander Ayala y Yordanis Samón hagan el grado.

Así Camagüey estaría cerca de igualar los nueve hijos que envió a Río de Janeiro. En aquella ocasión representaron a la tierra de El Mayor Raúl Hernández en remo; los púgiles Joahnys Argilagos, Yasnier Toledo, Leinier Peró y el dorado La Cruz; en atletismo participaron Skyers, Almanza, el vallista Yordan O’Farrill y el corredor José Luis Gaspar.

Este año, los nuestros podrían volver a ser protagonistas a partir del 23 de julio, cuando se encienda el pebetero en Tokio.