CAMAGÜEY.- Echemos el tiempo atrás, hace ocho o diez años para muchos era cuestión de otro mundo tener Internet, ya fuese en el trabajo, en la casa o en el celular. Como mismo parecía no apto para cubanos evitarse una cola y hacer un trámite desde la tranquilidad de la casa, pagar la electricidad, el teléfono y hasta comprar mediante Transfermóvil o En Zona.
Hace un año, Jorge Luis Perdomo, ministro de la Informática y la Comunicaciones le decía a Adelante Digital que esta provincia tenía potencialidades para liderar la informatización de la sociedad en el país. Un proceso que es transversal y toca a todas las estructuras y sectores, no es privativo de las tecnologías, también al sector productivo, educacional, de la Salud, y todos deben estar en una misma dirección.
El uso de las TICs no es exclusivo de los informáticos, sino que es común a todos los sectores, por tanto, si tenemos un trabajador por cuenta propia que desarrolle softwares, hay que aprovecharlo. Si contamos con un proyecto de desarrollo local o restaurante privado que use las tecnologías, el impacto es doblemente efectivo.
Por eso hay que cambiar nuestra óptica sobre cuánto se ha avanzado en informatizar la sociedad camagüeyana, si bien los números ilustran el crecimiento de múltiples servicios, proyectos y plataformas para soportar procesos vitales de cualquier economía, también hay que tener en cuenta la calidad con lo que lo estamos haciendo por el impacto real que tiene.
Tenemos que dejar de ver los numeritos fríamente, no se trata, por ejemplo, de cuántas escuelas estén conectadas, también hay que ver detrás de eso cuántos estudiantes y profesores (12 842 y 13 741 respectivamente) se benefician, si verdaderamente se utilizan las ventajas que da tener acceso, ya sea a Internet o a Intranet, en el centro para enriquecer el proceso docente educativo, solo así estaremos haciendo los análisis completos y entenderemos por qué seguimos diciendo que es lento todavía el ritmo de conectividad dentro de ese sector.
Con respecto al comercio electrónico es prioritario avanzar, tal como se ha hecho con el Gobierno Electrónico, sobre todo si se sabe que es por falta de mayor coordinación entre los factores que intervienen en los procesos tecnológicos, organizativos y funcionales.
Hay que seguir trabajando con las subjetividades, no puede ser que el dependiente de una tienda ponga trabas todavía para cobrar por el Terminal de Punto de Venta (POS).
Porque sí eso es así qué quedará entonces para el Grupo Empresarial del Comercio y sus trabajadores, con los que se requiere elevar la preparación y que en dependencia de las posibilidades reales del país aceleren la adquisición de equipamientos para aumentar el número de POS en sus unidades, elevar el ancho de banda para la transmisión de datos e implementar aplicaciones, que les permita interactuar con todas sus unidades de ventas y de servicios.
Hay conciencia en quienes dirigen este proceso del bajo crecimiento de la infraestructura de comunicaciones en las entidades claves como Vivienda, Planificación Física, Acueducto, Alimentaria, el propio Comercio y claves en la etapa de interactividad del Gobierno Electrónico a la que se aspira.
A mirar con luz larga, nos está llamando el presidente Díaz-Canel, eso implica también evaluar el proceso de gestión de los proyectos locales y futuros en materia de Informatización y automatización, que aporten a la solución de problemas reales, que destraben procesos que reduzcan importaciones para en un futuro no muy lejano, por qué no, pensar también en la incorporación de productos y servicios a la cartera de exportaciones y que todo eso se haga sobre plataformas seguras que no pongan en riesgo la soberanía tecnológica y mucho menos nuestra parte en el ciberespacio.
Para lograr todo eso es clave la preparación de todos los actores que participan en la Informatización, incluido el ciudadano, especialistas, integrar el accionar de todo el mundo, incluido el sector no estatal, en torno a lo que es una Política del Estado Cubano.