CAMAGÜEY.- La compulsión social en Estados Unidos se ha destapado más allá del manipulado juicio político de Donald Trump. La caravana de vehículos que el pasado sábado 8 reclamaba en la céntrica Calle 8, de Miami, que se mantengan los viajes de familiares a Cuba y cese el intensificado bloqueo económico, comercial y financiero a la Isla es una realidad subestimada por el magnate inmobiliario al frente de la Casa Blanca y con una fiebre empedernida contra los países que integran el triángulo, no de las Bermudas, sino de la democracia: Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Telemundo 51, un canal virtual, de una estación de televisión de propiedad y operación de Telemundo que sirve a Miami, difundió que en caravana, sonando cornetas por toda la Calle 8 hasta Downtown, miembros de la Alianza Martiana a bordo de más de un centenar de automóviles conducidos por cubanos, solicitaban al gobierno de Estados Unidos elimine las actuales restricciones de viajes a Cuba.
El propio despacho subraya la declaración de Max Lesnik, presidente de la Alianza Martiana, que sin ambigüedades dijo: “Las medidas que ha tomado la administración del presidente Trump en contra de los viajes a Cuba afectan los derechos humanos de los cubanos que viven en la Isla y de los cubanos que vivimos en Estados Unidos”.
Formaron parte de la movilización la Liga de Defensa Cubano Americana, CAFE (Cuban Americans for Engagement), Puentes cubanos, y la Fundación para la Normalización de las Relaciones entre Estados Unidos y Cuba (Fornorm).
Elena Freyre, presidenta de Fornorm, manifestó a Prensa Latina que es necesario levantar la voz ante cualquier injusticia y es por eso que aquí se reúne mucha gente que quiere buenos nexos entre los dos países.
Bajo el título: Reclaman en Miami viajes a Cuba sin restricciones, Cubadebate difundió también la noticia ayer domingo y es útil mencionar algunos de los mensajes recibidos como uno de lo internautas que se dijo llamar Amador: “pueden parecer pocos, pero la caravana apareció en los noticieros de las principales emisoras del sur de la Florida”
José González sostuvo: “Realmente, para los que creen que esta acción es poca, en una ciudad hostil como Miami, hacer estas manifestaciones a favor de Cuba, les podemos decir no es la primera, todas han contado con una buena concurrencia, a la que se han ido sumando un poco más de jóvenes...”
Eva, por su parte, comentó: “Hace falta atraer a estas movilizaciones también a los norteamericanos. Que todo el mundo acabe de comprender que estás medidas afectan a los cubanos que viven allá y a los norteamericanos que tanto proclaman su "libertad".
Ciertamente se va produciendo un despertar sobre la necesidad de restablecer los viajes y de borrar todo lo que puede violar los derechos humanos, no solo en Cuba sino en otras naciones.
En fecha reciente, una delegación integrada por más de 50 estadounidenses y convocados por la organización Code Pink (código rosado), realizaron un intenso programa de visitas a comunidades con el fin de conversar con el pueblo cubano.
Entre ellos se contaban las pacifistas Medea Benjamin y Ann Weight.
Weight, coronela retirada y exdiplomática, la cual estuvo en contra de la guerra en Irak en el 2001, considera que la relación con Cuba ha cambiado para peor y de sus contactos con las personas en las comunidades e integrantes de organizaciones no gubernamentales, dijo que “tenemos un sentimiento de tristeza y le pedimos perdón al pueblo de Cuba por lo que nuestro gobierno realiza una vez más”.
Este movimiento a favor de Cuba se produce a pocos meses de las elecciones de noviembre en Estados Unidos, en las que se vislumbra Donald Trump por el partido Republicano; a esta altura no hay definida una persona que asuma por los Demócratas, pero esto mientras suceda es bueno que los ciudadanos de esa nación sepan que, aunque no ha habido fraude, sí limitaciones a ciertas comunidades con la creación de nuevos distritos favorables a los republicanos.
¿Cuál es el ardid? Inventan que los demócratas están permitiendo votar a personas ilegales, todo lo que es incierto, de manera de limitar el acceso al voto a comunidades marginadas como los negros americanos, los afronorteamericanos y personas mayores que requieran carné de identidad para votar, hecho que nunca había sido un requisito.
Fuentes consultadas señalan que por esas limitaciones casi 200 mil personas no votaron, por ejemplo, en el estado de Wisconsin, y concretamente en ese lugar Trump ganó por unos 31 mil votantes. Es comprensible que por esa causa muchas gentes que votarían por Demócratas no puedan ir a las urnas.
He aquí, entre otras muchas cosas, que los estadounidenses no saben a ex profeso o ignoran.