NUEVITAS,CAMAGÜEY.- La labor de los trabajadores sociales cubanos o “médicos del alma”, como los llamó el Comandante en Jefe Fidel Castro, cobra especial relevancia cada vez que dedican sus esfuerzos para transformar las condiciones de vulnerabilidad y alcanzar mejoras tangibles en la calidad de vida de familias y comunidades.

Yuriset García Ortiz, coordinadora especialista del Consejo Popular Número Uno-Tarafa-Pastelillo, de Nuevitas, comenta que lleva en el programa 23 años con cuatro meses, y su experiencia ha sido muy linda debido a los buenos resultados en las tareas asignadas.

“La experiencia que más impactó mi vida fue el proceso que realizamos con un niño, el cual estuvo hace unos cuantos años atrás en la escuela de Camagüey para niños de desamparo familiar. Le dimos seguimiento durante todos los años que estuvo en la institución y lo recibimos cuando regresó al municipio. Aquí se le entregó una vivienda y al cumplir la mayoría de edad se incorporó al trabajo. Nunca había tenido la experiencia de atender el caso de un niño con tales características, y su resultado satisfactorio fue lo que más me marcó”.

El amor y la entrega son las claves fundamentales para mantener viva la profesión, por lo que García Ortiz exhorta a sus compañeros a seguir con la tarea encomendada por el líder de la Revolución y brindar lo mejor de sí.

El trabajador social debe tener empatía, ofrecer una mano amiga y buscar no solo las necesidades materiales, sino también las afectivas y emocionales.