CAMAGÜEY.- Más de 500 millones de personas en el mundo enferman cada año de dengue, desafío permanente para la salud pública en nuestro país. Esta enfermedad viral transmitida por mosquitos Aedes aegypti, es una infección común en regiones tropicales y subtropicales, incluyendo Cuba y Camagüey. Actualmente los municipios más afectados, junto a la capital provincial, resultan Florida y Esmeralda.

El virus del dengue se presenta en cuatro serotipos diferentes, lo que significa que una persona puede ser infectada múltiples veces y esto lo convierte en un rival muy fuerte para nuestro sistema de salud debilitado, además, por la crisis económica y el bloqueo.

Los factores de riesgo para la propagación del dengue, cuya evolución es estacional, incluyen el cambio climático, las lluvias irregulares y el estancamiento de agua.

Según la doctora Iluminada Menéndez Placeres, Directora del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, Camagüey experimentó un aumento de los casos de dengue a partir de mayo, aunque en las últimas jornadas se ha logrado una disminución significativa a más de la mitad de los casos.

“La intersectorialidad es fundamental para combatir esta enfermedad. Resulta vital mantener en óptimas condiciones la situación ambiental, por eso se le brinda atención a los vertederos, encharcamientos, cúmulos de basura. Los servicios comunales, el saneamiento y los recursos hidráulicos juegan un rol primordial en la lucha contra el vector, unidos a los actores de la comunidad, que deben promover la higienización de las áreas”.

Dada la escasez de combustible y recursos, no es posible realizar la fumigación a todos los hogares, aunque de acuerdo con Menéndez se están fumigando aquellos sitios con mayor impacto de la enfermedad. No obstante, esta constituye una solución temporal para exterminar al mosquito adulto, pero solo la erradicación de los focos puede prevenir la propagación.

“La participación comunitaria, enfatiza la doctora, deviene pilar fundamental en el enfrentamiento al dengue. La revisión constante de posibles focos, la limpieza de los patios, jardines, tanques, cisternas, el adecuado manejo de desechos y, sobre todo, el control de todos los depósitos de agua y la eliminación de aquellos innecesarios, son tareas que pueden asumir las personas en sus hogares, los integrantes de los Comités de Defensa de la Revolución y de la Federación de Mujeres Cubanas, y en muchos lugares se ha notado el resultado de esa labor”.

Combatir el dengue implica la responsabilidad individual y colectiva, con gran énfasis en las alternativas que puedan tomar los organismos involucrados para pese a las carencias, disminuir la propagación del mosquito y la enfermedad. También se deben perfeccionar las inspecciones de los focos y aumentar la sistematicidad en ese sentido. Además, una adecuada promoción de salud en los barrios, los centros de trabajos y en las escuelas, especialmente ante el próximo curso escolar, complementa las acciones de lucha contra el dengue.