CAMAGÜEY.- Las coincidencias de la historia de Cuba, quisieron que el año 1853 se convirtiera en el punto de encuentro de dos acontecimientos simbólicos: el nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí Pérez y la muerte de Félix Varela Morales. La visión del último devino en uno de los eslabones fundamentales en la conformación del nacionalismo cubano como lo constató el panel que sesionó, desde la Casa de la Memoria, por el aniversario 170 de su fallecimiento.
Distinguió las virtudes del presbítero habanero, desde la filosofía, la Dra.C. Vilda Rodríguez Méndez, quien señaló cómo existió un “antes y un después marcado por el ideario de Varela. Debemos agradecerle al Obispo Espada el haber descubierto a este hombre estudioso que identificó, en gran medida, lo que somos, adónde vamos y los intereses del criollo en la nación. Hay que resaltar cómo destaca el manejo de las fuentes modernas de esa disciplina para la construcción de reflexiones”.
Sobre los aportes del sacerdote al magisterio versó la intervención del Dr.C. Rolando Bermejo Ferragú. Enfatizó el profesor que “las clases de Varela se distinguían por la experimentación para llegar a la verdad, por invitar a sus alumnos a razonar”. Apuntó que influyó con su labor pedagógica en personalidades como Domingo del Monte, José Antonio Saco y Rafael María de Mendive, y conminó a los educadores del auditorio a asumir su sistema de enseñanzas.
“En el joven sacerdote encontramos a un conciliador de las ciencias y la religión. Con solo 24 años, se convierte en profesor de Física, en el Seminario de San Carlos, y a lo largo de su vida tradujo, al español, diversas obras de carácter científico para facilitar su difusión. Existen artículos de su autoría, vinculados con investigaciones acerca de la temperatura del mar, la propagación del sonido y fue inspiración para científicos de la posteridad, como el habanero Felipe Poey Aloy, reconocido ictiólogo y fundador de la Sociedad de Entomología de Francia.
Al final del la cita, se generó un debate en el que se invitó a profundizar sobre el quehacer de Varela, eliminar la educación reproductiva que genera la formación escolática, en las aulas, asumir un pensamiento autóctono y a rehuir el calco y la copia de viejos métodos disfuncionales.
El encuentro, además del tributo, dejó inaugurado el espacio Cultura y Nación, que sesionará todos los sábados para debatir sobre las personaliddes y acontecimientos de las páginas de nuestra historia, desde la Casa de la Memoria, ubicada en Pobres, esquina Triana, sede de la Sociedad Cultural José Martí y la Unión de Historiadores de Cuba, de este territorio.
Félix Varela nació el 20 de noviembre de 1788, en La Habana, y murió el 25 de febrero de 1853, en San Agustín, Estados Unidos. Entre los méritos que acumula sobresale su defensa por la autonomía de los países de Latinoamérica, las propuestas de abolición de la esclavitud en Cuba y su elevado conocimiento sobre Física, lo hizo en el primer autor de un libro de esa materia, en la Mayor de las Antillas. Según su discípulo, José de la Luz y Caballero, Varela fue el primero que nos enseño a pensar en el patriotismo.