CAMAGÜEY.- Juan Rodríguez Vázquez ha sido un hombre dispuesto: cuando menos viejo asumió la representatividad de los Dignos Hombres de los Cascos Blancos, como Fidel llamó a los constructores de Cuba y él, uno más entre miles los defendió sindicalmente a capa y espada contra la no pocas arbitrariedades administrativas de entonces.

 Hoy a Juancito lo abracé en el colegio electoral de la escuela Enrique José Varona, con 86 ágiles años a cuesta y 16 calendarios electorales de coordinador de los sufragios también en el centro Conrado Benítez en la Avenida de la Libertad, donde este domingo los electores de la Circunscripción #137 elegirán al delegado o delegada que los representará en el Órgano Local de Gobierno.

 Juancito es, además, el secretario del núcleo zonal y parece un muchacho con “zapatos nuevos” cuando la Revolución le asigna una tarea brava y más si tiene que ver con la gente y sus vecinos.

En Camagüey, en otras provincias cubanas, debe haber otros como él, pero más fidelistas y revolucionarios que Juancito, lo dudo. Hombres y mujeres como su hija y Ángela su esposa, nacen y hacen de la comunidad una familia-muralla que empuja cada día a la Patria hacia adelante, pese al bloqueo USA y los pusilánimes internos.