CAMAGÜEY.- A pocas horas de la realización del referendo popular, varios camagüeyanos afirman que votarán mañana domingo por un Código de las Familias que ofrece amparo a todos en la sociedad, especialmente a los sectores más vulnerables.

Gabriela Márquez Alonso, hoy estudiante de décimo grado y quien cuidó las urnas en procesos electorales anteriores, ya cumplió 16 años y ejercerá su derecho al voto por primera vez, lo cual considera un privilegio, pues de esa manera su opinión se tiene en cuenta en la toma de decisiones importantes.

Con amplio dominio del nuevo texto, Gabriela dijo que el Código de 1975 necesitaba actualizarse y reflejar las transformaciones experimentadas por la sociedad, y entre ellas destacó el amparo que reciben mujeres, niños, ancianos y personas de igual sexo.

En un país donde las féminas dirigen un gran por ciento de las familias, comentó, le parece muy adecuado que la ley les ofrezca mayor protección, y resaltó las garantías para los niños sin amparo familiar y las modificaciones recogidas en cuanto a los infantes de viviendas con problemas domésticos.

Rememoró las historias de adultos mayores que conoció como integrante de un proyecto efectuado en hogares de ancianos de la localidad, y realmente, opinó, es muy triste que algunos abuelos pierdan sus propiedades por motivo de engaños, y luego hijos o parientes cercanos no puedan recuperarlas, algo que modifica el nuevo Código.  

Varias razones llevarán a votar al agramontino Adrián Soca Cardoso, profesor universitario Licenciado en Español Literatura, quien señaló el carácter colectivo de la escritura del documento, cuya versión 25 se someterá a referendo.

El proyecto ha sido estudiado y debatido durante un buen tiempo, y todos tuvimos la oportunidad de participar en el proceso y ofrecer nuestros criterios, explicó.

Valoró que aun cuando existan dudas o desacuerdos con algunos artículos, debemos poseer la suficiente madurez para reconocer el interés colectivo sobre el individual.

El Código busca ser inclusivo y eliminar la discriminación en todas sus variantes, remarcó.

La joven Oreidis Águila García, trabajadora de la Casa de la Diversidad Cultural de esta ciudad, declaró que ha leído el texto y contiene temas con los cuales está de acuerdo y con otros no, pero calificó de justas, por ejemplo, las garantías a los abuelos respecto a los nietos, ya que existen familias donde prácticamente estos son criados por los padres de sus progenitores.

El nuevo Código es muy favorable para la población cubana, donde se defienden los derechos de ancianos, niños, embarazadas, adultos mayores discapacitados, y varios sectores de la sociedad, manifestó Mayra Cordoví, de 59 años de edad.

  Tenemos que verlo como una ley que trae beneficios a las diversas familias en la actualidad, razón por la que habló de la disposición de acudir al centro de votación correspondiente y ejercer su derecho como ciudadana.

    La doctora camagüeyana Liudmila Beber Pérez, explicó a la ACN que años atrás ha habido discriminación con personas del mismo sexo que quieren casarse, y este Código refrenda de un modo positivo tales derechos, y se preguntó: “por qué vamos a discriminar a seres humanos que desean formar una familia y están vinculados a centros de trabajo y la sociedad”.

   Como abuela, también se siente identificada con la potestad que recoge el texto de cuidar y brindar educación a los nietos durante el cumplimiento de misiones internacionalistas y situaciones diversas en las que estén implicados sus padres.

   Todo está listo en la provincia de Camagüey para la realización del referendo popular de este domingo, proceso en el que sin dudas encontraremos a Gabriela, Adrián, Oreidis, Mayra y Liudmila, y otros miles de agramontinos, dispuestos a votar por el Código de las Familias de los próximos años en Cuba, una normativa de avanzada y más parecida a la realidad social cubana.