CAMAGÜEY.- El 10 de marzo nacieron en el hospital materno Ana Betancourt de Mora, Brenda, Vanesa y Verónica, trillizas dadas de alta el pasado miércoles trascumplir las 37 semanas de edad gestacional (nacieron a las 34) y alcanzar los pesos adecuados para la misma.

Su madre, Hilda Redondo Ramos, estuvo seis semanas en un Hogar Materno y ocho ingresada en el centro asistencial antes del parto por cesárea. El jefe del servicio de Neonatología, Adrianyi Pacheco Martínez, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que la efectiva labor obstétrica del personal especializado, que incluyó el cálculo de su peso cada 15 días y otros análisis complementarios, influyó en la prolongación de la intervención quirúrgica, lo cual posibilitó el nacimiento de las niñas con más de 2 000 gramos cada una.

Verónica, la más pequeña, nació con solo 2 050 gramos, peso adecuado para la edad gestacional pero insuficiente. Sus hermanas, Brenda, 2 600 gramos, y Vanesa, 2 300 gramos, fueron clasificadas como grandes. Todas resultaron reportadas de cuidado pero estables, recibieron tratamiento bajo lámparas de fototerapia y con medicamentos antimicrobianos, y luego atención en la Sala Piel a Piel.

Hilda, de 28 años de edad y residente en La Tomatera, en el municipio de Florida, es mamá de Yarel, Jennifer y Félix Ernesto, de diez, ocho y tres años, respectivamente. “Cuando dijeron que era más de un bebé me costó asimilarlo porque ya tenía tres niños, pero ahora mismo ellas son mi vida. Cuando las vi empecé a llorar, completan lo más lindo que tengo”.

Según el Departamento de Estadística del “Ana Betancourt”, el último parto múltiple de trillizos allí se reportó en 2020. En 2006 realizaron tres de estos, suceso bastante peculiar y casi inédito en nuestra provincia. Lograr el término exitoso de un embarazo múltiple constituye un reto para la madre y su familia, pero también para el personal médico, de Enfermería, de todo el sistema de Salud y la comunidad, donde se convierte en una feliz noticia.