CAMAGÜEY. El corazón de José Luis Amador Vilariño dejó de latir este sábado y con ese deceso el movimiento de innovadores y racionalizadores de la provincia, en plena jornada de homenaje a dichos creadores, pierde a uno de los consecuentes defensores de cuanto pudiera ayudar a la economía.
A veces fue incomprendido por la persistencia de sus ideas, esgrimidas con sólidos argumentos, fruto de la práctica y de la aplicación de la teoría y, sobre todo, de acompañar la experiencia con as herramientas de la ciencia.
Se ganó la admiración de muchos que lo conocieron, desde cuando inició sus labores profesionales en la fábrica de tubos de hormigón, enclavada cerca del aeropuerto Ignacio Agramonte, donde con una genuina política de mantenimiento evitó las averías de motores eléctricos.
Humberto Herrera Carles ha comentado en su blog Cuba y Economía, que en el último mes y medio publicó allí 12 artículos del Ms.C José Luis, al cual no conocía personalmente, “pero se caracterizaba por su pasión, profesionalismo y crítico de todos los errores que se cometían -y cometen- en diferentes ramas de la economía de nuestro país en relación con la electricidad”.
Con 72 años cumplidos, hasta pocos días antes de que lo sorprendiera la muerte a causa de una afección neurológica cerebral, seguía pensando en cómo podía aportar más a la economía y con una energía envidiable. Siempre estuvo vinculado de un modo u otro a la entidad de proyectos hidráulicos de Camagüey, a la Empresa de Acueductos y Alcantarillados y al Centro Integrado de Tecnología Aplicada del Agua y no perdió oportunidad de elevar hasta los más altos niveles gubernamentales sus preocupaciones.
Entrevistas suyas ocuparon espacios en medios nacionales, como el periódico Granma, el 26 de septiembre del 2011 en el material Acabar de sellar el barril sin fondo de Miguel Febles Hernández.
En enero del 2012 este hombre de vasta cultura, graduado de la Universidad Central de Las Villas, en Santa Clara, recibió el Premio Nacional Vida y Obra, Ingeniería Mecánica, Eléctrica e Industrial, otorgado por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba.