CAMAGÜEY.- A pocas horas de terminada la primera quincena de abril el consumo eléctrico de las últimas 24 horas de la provincia mostraba un crecimiento acumulado de 4,3 % por encima del plan. El real fue de 48 734, de 46 746 megawatts/hora (MW/h), aseguró el ingeniero Rolando Camalleres Alba, director de servicios comerciales de la Empresa Eléctrica Camagüey.

Como en el resto del país, el mayor consumo se produce de 11:00 a.m. a 1:00 p.m., en respuesta a la demanda del sector residencial —pues por la pandemia de la COVID-19 se incrementa el número de personas en los hogares— y la labor ininterrumpida de industrias alimentarias y otras producciones vitales. Ese pico eléctrico está fijado en 128 MW/h; sin embargo, se ha elevado a 152, sostuvo el directivo.

Respecto a cómo atenuar el exceso de consumo sugirió la reorganización de las rutinas hogareñas, de modo que acometan labores como la cocción de alimentos, el lavado y planchado de la ropa en horarios contrarios a los del pico. Asimismo llamó a apagar las luces innecesarias, utilizar solo los equipos de ventilación imprescindibles y bombear agua bajo el mismo régimen de austeridad.

A las empresas recomendó transferir algunas producciones para la madrugada, temprano en la mañana y después de la 1:00 p.m., para retirar cargas al pico del mediodía y el de la noche (5:00 p.m.—9:00 p.m.).

“Esto conllevaría a ahorrar diésel, porque cuando suben los picos se precisa echar a andar grupos electrógenos que consumen ese combustible, del que una tonelada vale alrededor de 670 dólares, complejizada la importación por el bloqueo que dificulta su arribo a tiempo”.