CAMAGÜEY.- En estos días espacios informativos destacan las altas temperaturas, registradas en abril en algunas estaciones meteorológicas del país y resulta fácil escuchar entre la gente “¡Qué calor!”.

Como experto en meteorología, Roger Rivero Vega, radicado en Camagüey, aceptó responder a varias preguntas sobre este fenómeno.

Foto: Orlando Durán Hernández / Adelante / ArchivoFoto: Orlando Durán Hernández / Adelante / Archivo

- Sorprenden registros como el de Veguitas, en la provincia Granma, donde el termómetro marcó una temperatura cercana a los 40 grados centígrados ¿Cuáles son las razones?

- En general las temperaturas extremas, más altas en nuestro país tienden con frecuencia a ocurrir al final de la estación seca, o sea, en el mes de abril y a principios de mayo.

“Esa es una característica histórica del clima nuestro, no necesariamente con la misma intensidad, incluso, puede haber años en que no ocurra y la situación sea diferente, pero en general suele suceder en abril y a principios de mayo.

“En abril termina un período seco, en el cual se produce la mayor cantidad de radiación solar recibida por una superficie horizontal, lo cual contribuye a elevar las temperaturas.

“La estación ha sido bastante seca y cuando usted va a los datos, encuentra que no ha llovido en el país a no ser un chubasco aislado en algún lugar o una tormenta, pero en muchos casos nada.

“Esta sequía grande contribuye mucho a cielo despejado que permite mucha incidencia de radiación solar sobre el suelo y se elevan las temperaturas. Además, con la influencia de este anticiclón en particular que tenemos encima, prácticamente no hay viento. Ello permite que las temperaturas se eleven en un lugar porque el efecto de enfriamiento determinado por las corrientes de aire no se produce.

"Todo eso ocurre bajo el manto del cambio climático. Precisamente en los últimos años la comunidad científica internacional ha alertado sobre la posibilidad y la ocurrencia, ya visible, de fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos, debido al cambio climático, incluidos huracanes, grandes sequías, entre otros.

“En lo que va de fines del 2019 hasta hoy, la sequía se ha extremado; la falta del viento sensible, capaz de mantener una circulación sobre la energía que se recibe en la superficie del suelo por causa del sol, permite que el aire en estas condiciones alcancen mayores temperaturas de las que se registraban en condiciones previas al cambio climático en la década del 50 o del 60 del pasado siglo.

- ¿Cuál es la actitud que debe asumir la población, es decir, buscar sombra, ingerir agua para contrarrestar la sudoración o situarse frente a un ventilador?

- Sucede que estas condiciones de altas temperaturas están ocurriendo no solo bajo las condiciones de cambio climático, sino bajo la presencia de la pandemia de la COVID-19. Y eso hace que algunas medidas pudieran proponerse en otras condiciones, ahora titubeo en expresarlas. Es necesario tomar agua en cantidades apropiadas, bien a lo largo del día para contrarrestar los efectos de las altas temperaturas y también debe estarse lo más posible, si las condiciones de trabajo y de vida nos lo permiten, sin hacer esfuerzos físicos excesivos ni al sol para que no contribuyan con el calor a la pérdida del líquido.

“El problema discutible es el ventilador. Los ventiladores tienen a veces el efecto de producir un enfriamiento si la persona ha transpirado ocasiona una variación de la temperatura que, a veces inducen a síntomas respiratorios.

“Estoy hablando no como científico, soy una persona como cualquier otra. Muchas veces cuando hay calor me pongo frente a un ventilador y, al poco tiempo, empiezo a estornudar y a sentir sensaciones de frío, incluso, como decimos los cubanos: a sentir agua en la nariz. El ventilador debía estar echando aire alrededor del ambiente en que uno se encuentra y no directamente sobre la piel.

- ¿Recuerdas algo igual a estas altas temperaturas?

- Realmente no. Solo desde que empezamos a incursionar en el campo de la meteorología, hace 40 años, no recuerdo nunca haber sentido el impacto de la temperatura de este orden que se están produciendo.

“Todos podemos saberlo si buscamos la información necesaria, en altitudes media, donde hay zonas de Estados Unidos en condiciones especiales meteorológicas en el verano puede ocurrir temperaturas máxima superiores a los 40 grados. Y nos preguntamos: ¿Cómo es posible que eso pase en Estados Unidos que está más al norte, más cerca del polo norte, mientras que nosotros aquí en Cuba no nos pasa. Porque tenemos una influencia muy grande marítima de los mares adyacentes. Somos un Archipiélago y eso contribuye a moderar las temperaturas e impedir que se alcancen valores tan altos. Mayores de 40 grados de máxima ocurren en Europa, olas de calor, y ocurren en Estados Unidos, no en Cuba, pero estas temperaturas se están acercando, estemos quizás cerca de récord. Es un fenómeno que no había visto nunca antes”.

- Por tanto, no puede decirse de que en Cuba haya una ola de calor.

- En primer lugar, el problema de la ola de calor ha sido muy discutido en el mejor sentido de la palabra entre los compañeros de meteorología que históricamente trabajamos y nunca hemos podido llegar a un criterio que nos satisfaga de a qué llamarle ola de calor. No existe un criterio institucional, no hay un acuerdo de: vamos a llamarle ola de calor a una circunstancia en que la temperatura se comporten así y así. En los documentos y partes meteorológicos nunca verás utilizar el término de ola de calor cuando se trata de Cuba porque no existe una definición”.

- ¿Crees con la aparición de las lluvias primaverales las temperaturas sean menores?

- Las temperaturas deben bajar cuando comiencen las lluvias. De hecho la temperatura media mensual, normalmente junio es más fresco que mayo, producto de las intensas lluvias. Permanecerán estando altas hasta que no comience la temporada de lluvias. No hay definición de alta probabilidad , hasta el momento, que permita pronosticar el comienzo”.

Lo cierto es que por ahora, en medio del silencio en las calles y el resguardo hogareño por el coronavirus, usted solo puede escuchar, de casa en casa, “ay, qué calor”.