CAMAGÜEY.- En tiempos de la COVID-19 los municipios camagüeyanos están alerta y extreman medidas para prevenir y controlar la propagación del virus SARS-CoV-2, causante de esta mortal enfermedad.

Los servicios de transporte no se de detienen en el norteño territorio de Sierra de Cubitas, pero hoy la rutina es otra. Según refirió a la emisora de radio local Luis González Rodríguez, jefe de Operaciones de la Empresa de Transporte Urbano, una vez que las guaguas llegan a la terminal los choferes proceden a desinfestar con cloro los pasamanos, asientos, puertas y otras superficies antes de emprender nuevamente el recorrido.

También la casa de abuelos Primero de Septiembre, en la localidad de Sola, continúa brindando sus servicios al segmento poblacional más vulnerable al nuevo coronavirus, que ahora debe lavar sus manos con una solución clorada a la entrada de la institución y participa en audiencias sanitarias para su capacitación en el enfrentamiento a la pandemia.

Marisela Rodríguez Labrada, administradora, comentó a Adelante Digital que está prohibido asistir con afecciones respiratorias y una vez allí no se debe salir hasta el momento de regresar al hogar, pues de esta manera se llevan a la práctica en ese radio de acción las orientaciones dadas a nivel nacional.

La vigilancia epidemiológica en adultos mayores, sobre todo para aquellos que viven solos, también es prioridad en Nuevitas, considerado entre los municipios más envejecidos de Camagüey. Reporta Radio Nuevitas un notable incremento de las pesquisas activas en todas las comunidades bajo la responsabilidad de los médicos y las enfermeras de la familia apoyados por los trabajadores sociales, capacitados para asumir la misión.

Trabajadoras de la atelier El Encanto, de esa tierra costera, se suman a la producción de nasobucos como parte de las acciones de la industria ligera de Cuba para combatir la COVID-19. Desde el pasado día 11 la entidad hizo un alto en sus servicios habituales y, en primera instancia, garantiza las mascarillas a los organismos de la localidad.

A ese empeño ha dedicado igualmente sus horas Iramis Vera Verdecia, calificada por la periodista Glendys Santiesteban Revolta, de Radio Santa Cruz como una de las costureras “más populares” de la comunidad de Haití, quien superó en 15 días los 100 nasobucos para el uso de las personas de esta localidad del sur camagüeyano.

“Me gusta mucho ver los programas informativos y vi la convocatoria a realizar los nasobucos desde los hogares y dije: Yo puedo y empecé a sacar telas que tenía guardadas y a confeccionarlos.

“Yo hice algunos y después vi el video en la televisión donde le explican a las personas que se le ponen 3 capas y me di cuenta que eran como los imaginé. Algunas personas se han acercado a mi preguntándome el precio de los nasobucos y les digo que no se venden, se regalan, pues se está pidiendo cooperación y lo hago de corazón, porque yo no puedo cambiar dinero por salud.