CAMAGÜEY.- Hoy con la sesión solemne de la Asamblea Provincial del Poder Popular cesa un proyecto de Gobierno de barrio con 43 años de labor. Nunca antes la gente que hace el país tuvo en su mano el mandato de su destino y el de la nación. Adelante Digital quiere agasajar a los que han formado parte activa de esta historia con las voces de algunos de sus protagonistas: Ramón, el primer secretario que tuvo esa instancia; Mariano, que ocupó igual puesto por mayor cantidad de legislaturas; Mercedita, la primera mujer presidenta de este órgano en el país; y Labrada, quien compartió junto a Rosa María Moros, desde su visión periodística, los momentos trascendentales que vivió entonces la Patria.

Ramón Martín Castro

“El año ‘76 fue de mucho trabajo en todo el proceso de institucionalización del país. Ocurrió la elaboración de nuevos preceptos constitucionales y llegaron los órganos del Poder Popular como forma de Gobierno en nuestro país y en el sistema socialista. Camagüey, como toda Cuba, el 24 de febrero había votado, aprobado y ratificado en plebiscito la nueva ley de leyes, y luego continuó el trabajo para la creación de los órganos del Poder Popular.

“Yo era entonces delegado del Ministerio del Trabajo. Se constituyó la Asamblea en lo que se conocía como la Casa de la Amistad en la calle Cisneros, y fuimos en peregrinación a depositar una ofrenda a Ignacio Agramonte. Después nos trasladamos al potrero de Jimaguayú. Estábamos todos los delegados, los diputados y los comandantes Raúl Curbelo Morales y Pedro Miret Prieto, quien hizo el resumen de aquella jornada de profundo sentimiento patriótico. Cumplía con mis tareas en la Comisión de Implantación y no sabía qué me deparaba en el nuevo órgano de Gobierno. En agosto recibimos un seminario nacional y nos dieron una serie de instrucciones sobre el Poder Popular, los mecanismos, los métodos de gestión... lo veía como dirigente de una institución, sin sospechar sobre el nuevo encargo hasta que me dieron la noticia pocos días antes de la Asamblea. Al compañero que me enteró le dije: ‘chico, pero yo nunca he sido ni organizador del núcleo del Partido’, y me tranquilizó diciendo: ‘no importa, como mismo has aprendido otras tareas, así será ahora’. Fui a desahogarme con mi padre y me dijo con firmeza: ‘primero, usted tiene que estar donde el Partido lo designe, y segundo, cuentas con capacidad para ayudar y apoyar esta nueva tarea, y aprender’. Con ese espíritu de trabajo y deseos de garantizar el éxito todos asumimos el encargo; conformamos un equipo maravilloso, cada cual con una trayectoria revolucionaria impecable. En los diez años que estuvimos se lograron resultados, quizá no cumplimos con todas las expectativas, mas se trabajó con sacrificio y con ganas. La autoridad de la que goza el Poder Popular se ha ganado con prestigio y trabajo, de ahí el respaldo de la gente”.

Mercedes Escuredo Olazábal

“La vida me puso a prueba en el año 1998, cuando una situación coyuntural me condujo a esa responsabilidad. Implicó un crecimiento humano y profesional. Sin dudas trabajar para representar al pueblo y para poner todo el esfuerzo en función de satisfacer y atender necesidades de la población es un reto. Fue una prueba sin límites, de la cual salí con insatisfacciones, porque nuestro pueblo merece muchas cosas buenas y solución a sus problemas. Entonces iniciaba la Batalla de Ideas y las tribunas abiertas, los nuevos programas, todo liderado por el Comandante en Jefe. En esa época todos los presidentes de Gobierno provinciales en el país eran hombres, y eso también me puso a prueba. Resultó inolvidable, no solo por la responsabilidad que asumí, sino por el sacrificio que implica también en la vida familiar. Considero y respeto muchísimo a los cuadros del Gobierno y, sobre todo, a las mujeres, que aun cuando conquistamos igualdad de derechos y de género mantenemos una doble jornada, lo que conlleva un esfuerzo extraordinario. En el crecimiento desde el punto de vista como revolucionaria, como militante del Partido, constituye una oportunidad para profundizar en procesos sociales que me prepararon para asumir la responsabilidad actual como directora de Educación en la provincia. Fue un período de vínculo con las personas, de enriquecimiento con esa sapiencia popular. Las decisiones de cualquier responsable de Gobierno deben estar alimentadas por esa creatividad, por esos saberes y experiencia, único sustento de decisiones oportunas y efectivas”.

Eduardo Labrada Rodríguez

“Para nosotros, que habíamos transitado un período de la etapa revolucionaria con un estilo de Gobierno, llegar a un momento de transformaciones desde lo constitucional, lo económico y lo social, nos sorprendió incluso desde la prensa. Junto a funcionarios, fuimos a Matanzas a intercambiar acerca de las características del nuevo sistema. Nos llamó mucho la atención lo de la asamblea de circunscripción, el Consejo Popular. Consultamos, vimos las particularidades de cada municipio. Fue una oportunidad muy importante que nos permitió prepararnos para los procesos de las asambleas municipales, provinciales y las veces que fuimos a la Asamblea Nacional, a las sesiones de trabajo, fundamental para la labor que realizamos hoy, para el tratamiento que les damos hoy a dichos temas.

“Cuba ha abierto una nueva página de su historia en la que, nuevamente, es trascendental que la prensa acompañe e informe de los cambios que se sucederán”.

Mariano Basulto Pérez

“Me correspondió la tarea de dirigir la secretaría de la Asamblea por 14 años. Durante mi mandato pasaron varios presidentes que cumplieron su misión de una forma exitosa. La Asamblea Provincial constituyó para mí un puntal fuerte en el desarrollo de Camagüey, porque como estaba establecido en nuestra Constitución, era el órgano superior del poder del Estado en la provincia y representada por sus delegados provinciales, mantenía un vínculo con el pueblo, ellos eran la voz del pueblo.

“Este órgano que concluye su vida, desde el año 1976 aprobaba el plan de la economía y el presupuesto del territorio, y chequeaba periódicamente la marcha de su cumplimiento; la atención a la población, la prestación de los servicios; sus delegados transmitían inquietudes, opiniones, muy valiosas; a través de sus comisiones de trabajo permanentes visitaban centros de trabajo, intercambiaban con las personas.

“Yo asocio la Asamblea Provincial y todos los órganos del Poder Popular como la voz del pueblo. Por eso sus dirigentes tienen que caracterizarse por tener el oído puesto en la tierra. Han pasado generaciones de delegados, de cuadros, y estoy seguro de que para todos ha sido una escuela pues no hay mejor maestro que el pueblo. Fidel siempre se apoyó en la gente y nos enseñó que así se alcanzan las grandes victorias.

“A través de nuestros delegados, de las asambleas municipales en su vínculo con la base, en las asambleas de rendición de cuenta, mucho aporta nuestra población transmitiendo sus inquietudes pero también haciendo propuestas para mejorar. Por eso haber transitado por el Poder Popular fue una de mis mayores escuelas”.