CAMAGÜEY.- Los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cromo van a despedir el 2019 por todo lo alto, con la cifra récord de producción de 60 000 toneladas métricas del mineral para la exportación.

A finales del 2018 al colectivo, perteneciente a la Empresa Geominera Camagüey, le pidieron dar ese salto, equivalente a tres veces en comparación con los volúmenes tradicionales. No vacilaron en responder, solo una condición exigieron: el reforzamiento de equipos para asumir la tarea. Lo demás lo pondrían ellos.

El ingeniero Cecilio Hernández Pérez, director de la UEB, explicó a Adelante. Digital que a la entrada de los medios automotores y de los cargadores frontales para el acarreo del material, desde el lecho de la mina hasta la planta procesadora y luego al punto de embargue ferroviario para la exportación por la rada nuevitera, se sumó la voluntad individual y el sentido de pertenencia de los trabajadores, desde el más modesto obrero hasta el de mayor calificación técnica.

“No puede fallar nada. Algo que nos benefició mucho este año es que no hubo ciclón. Una afectación meteorológica nos hubiera afectado mucho, independientemente a registrarse algunas lluvias y la situación coyuntural con el combustible, provocada por el incesante recrudecimiento del bloqueo financiero, económico y comercial de Estados Unidos de Norteamérica con Cuba

En el volumen de las 60 000 toneladas se incluyen los niveles de entrega para la industria nacional, como Antillana de Acero y la rama biomédica, con un significado tremendo para la sustitución de importaciones.

Los yacimientos de cromo en el territorio se extienden en una superficie de unos 100 kilómetros cuadrados, localizados en territorios cercanos a la ciudad de Camagüey, Minas y Sierra de Cubitas.

La actual explotación de cromo se realiza a cielo abierto.La actual explotación de cromo se realiza a cielo abierto.

Los compromisos productivos para el 2020 son considerados altos por el directivo y añadió que se verán favorecidos por la continuidad de los estudios geológicos para la apertura de nuevos yacimientos para la explotación, mas un nuevo producto de arena de cromo de diferentes granulometría.

Esto último permitirá añadir a la gestión financiera valor agregado a punto de partida, de la entrada en funcionamiento de una nueva planta concentradora de arena de cromo en fase inversionista.

Documentos históricos confirman que las primeras excavaciones comenzaron a mediados de 1936 por la Juraguá Iron Company, subsidiaria de Bethlehem Steel Corporation, con casa matriz en Pensylvania, Estados Unidos. En el período 1940-1944 durante la II Guerra Mundial extrajeron indiscriminadamente más de un millón de toneladas del mineral.