CAMAGÜEY.- Los múltiples inconvenientes que generan las limitaciones de combustible en el país, no postergan la entrega de la canasta básica, recurso que garantiza el Estado en Cuba a cada familia a precios subsidiados.

El objetivo de garantizar esos productos requirió buscar alternativas que permitieran cumplir en tiempo la distribución, y en ello la cooperación entre organismos y empresas fue decisivo, así como el uso más adecuado del ferrocarril.

Además se sumaron estrategias de emplear centros distribuidores en los 13 municipios, que con transporte alternativo hacen llegar las mercancías a comunidades apartadas o de difícil acceso.

Según funcionarios de la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios, el volumen de mercancías a distribuir mensualmente es de 5 463 toneladas de mercancías, a un ritmo diario de 382 tn, sin incluir cantidades adicionales de arroz, chícharo y pollo, fundamentalmente.

En virtud de agilizar los procesos distributivos, se concibió que los organismos comprometidos con estos artículos de primera necesidad pudieran apoyarse mutuamente, e impedir transitar sin cargas que originarían un gasto incomprensible en las circunstancias actuales.

Estos mecanismos, algunos retomados de momentos cuando la situación económica era más desfavorable, acentúan las potencialidades de un uso eficiente de los combustibles, y denotan la existencia de formas encaminadas a que el país sortee con éxito problemas derivados del bloqueo norteamericano.