CAMAGÜEY.- Transcurría la década de los ‘90 del pasado siglo. La Sierra de Cubitas era frecuentada por miembros del Grupo de Solidaridad Chau-Bloqueo. Yordan Alonso Riopedre nunca había viajado al exterior cuando ese movimiento hermanado con Cuba tendió el camino para que el profesor de la otrora escuela Ángel Castillo Agramonte (Sola 13) conociera la casa donde nació el Che en la ciudad de El Rosario.
La estancia en tierra argentina, desde el 15 de junio de 1993, la hizo acompañado por Francisco López Domínguez, quien fuera decano de los delegados del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en la provincia de Camagüey.
Una foto recoge a una de las vecinas del lugar, ubicado en la calle Entre Ríos No. 480, cerca de la Peatonal Córdoba, a pocas cuadras del Parque España y el río Paraná, no muy lejos del monumento nacional a la Bandera.
Ella, ferviente admiradora del Che, entregó a los visitantes agramontinos copias de los certificados de graduación del Guerrillero Heroico como médico, suscrito el 12 de junio de 1953 y el nacimiento, ocurrido el 14 de junio de 1928.
Yordan no pudo contener la emoción y su mirada se desplazó hacia el segundo piso de la edificación de estilo neoclásico.
El inmueble, de gran volumen arquitectónico, lo proyectó Alejandro Bustillo, uno de los más renombrados arquitectos argentinos, y su ejecución transcurrió entre 1925 y 1927.
Es lamentable que con los años ese sitio venerable, visitado por personalidades como Pepe Mujica, los hijos del Che --Aleida y Camilo--, Harry Villegas, entre otros no se conserve como museo.
Fuentes consultadas describen que el lugar donde vivió el Che era un departamento de 200 metros cuadrados, con cinco balcones a la calle y cinco dormitorios, dos de los cuales eran de servicios, con muebles que datan de los años 20.
“Me interesó muchísimo. Habíamos leído mucho del Che, de la familia y de la casa. Conocía la historia del Che, empezando por su diario en Bolivia, la guerra en Cuba. Supe después de su presencia en el Congo a través de una entrevista que leí”, dice Yordan.
El profesor de Física, residente hoy en la ciudad de Nuevitas y retirado del ejercicio profesional, recuerda que al regreso habló con sus muchachos del aula de la experiencia de conocer el lugar donde vivió el Che.
“Lo que más me impactó de la personalidad del Che siempre ha sido la sencillez, su modo de vida , el desprendimiento de lo material”.
En este sitio señalado por una tarja vivió el administrador de la fábrica de alcohol metílico, una industria cercana a la Sierra de Cubitas, única en Cuba y en Latinoamérica, y que visitó el Che. Foto: Orlando Seguí/Colaborador