CAMAGÜEY.- Cuentan que la fundaron 55 españoles. Entre ellos estaban Diego de Ovando ─delegado de Diego Velázquez─, Pedro Díaz de Tabares, Juan de Toro y Francisco de la Coba.

La Villa de Santa María del Puerto del Príncipe ─hoy Camagüey─ nació según la tradición el dos de febrero de 1514, en un pequeño valle intramontano aledaño a un acantilado en Punta del Guincho, una lengüeta de tierra que penetra en el mar en la norteña camagüeyana bahía de Nuevitas.

Aún era una minúscula aldea de casas crujientes de madera y guano cuando inició la existencia trashumante que en 1528 la condujo, tras una escala intermedia, a su último asentamiento, en una vasta llanura mediterránea.

Poetas, narradores orales y un trovador llegaron a la ciudad de Nuevitas, cercana al emplazamiento fundacional ─hoy desierto─ de la Villa, una de las primeras erigidas por los españoles en Cuba.

¿Qué buscaban esos artistas de la palabra?

Sumados a la XVII Cruzada Literaria, organizada por la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Camagüey, llegaron para compartir sus poemas y cuentos, en una de las jornadas del evento, en este agosto del 2020.

Se encontraron con el público en la galería de artes plásticas Guernica, de la sede de la Dirección Municipal de Cultura, en la cual una cafetería en el patio es el escenario de frecuentes actividades artísticas.

El trovador Reinaldo Rodríguez abrió el espectáculo con canciones de diversos temas acerca de la vida.

Jesús Zamora leyó desde la silla de ruedas dos creaciones de uno de sus libros inéditos, y poemas en los cuales alude a la muerte y la posteridad.

Discapacitado físico desde los tres años de edad a causa de una parálisis cerebral, e incorporado a la Cruzada desde hace 13 ediciones, el autor tiene publicados los poemarios Sed infinita, Morir sin rostro y Abanico de plumas (para niños).

Reyna Ayala, decana de las artes escénicas en la provincia, ofreció un relato basado en elementos de la mitología de la antigüedad europea.

Gabriel Castillo, también narrador oral, entregó un cuento de convergencia de la astucia y la ingenuidad, y sustentado en el encuentro entre una jicotea y un perro jíbaro.

Las poetisas Evelin Queipo ─jefa de la Sección de Literatura de la filial camagüeyana de la AHS─ y Martha Núñez también estuvieron entre los “cruzados” que actuaron en Nuevitas, cuya bahía de bolsa, una de las mayores de su tipo en Cuba, tiene tres cayos denominados ballenatos, a causa de su similitud con ballenas a medio sumergir.

Destinada a llevar manifestaciones de la literatura y el arte a disímiles escenarios del área provincial, la Cruzada consta de un programa de visitas, además, a los municipios Camagüey, Guáimaro, Sibanicú, Minas, Carlos Manuel de Céspedes y Florida.

Conversatorios sobre asuntos esenciales de la cultura cubana figuran igualmente en el evento, surgido en la tierra donde en 1608 el canario Silvestre de Balboa escribió el poema Espejo de Paciencia, considerado la primera obra de la literatura en la Isla.

La XVII Cruzada literaria concluirá el jueves 13 de agosto con una sesión centrada en un homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro por su 94 cumpleaños.