MADRID, ESPAÑA.- El Festival de Nuevas Tecnologías Aplicadas a las Artes Escénicas Mapping Me!, previsto del 25 al 30 de agosto, cumple una década y lo celebra con un cambio de escenario que marca un hito en su historia: por primera vez, a las proyecciones de videomapping en la Plaza Mayor de Medina del Campo suma otra fachada: la torre del Castillo de la Mota, uno de los monumentos más emblemáticos.

En el último episodio del Mapping ON Podcast, los productores del festival, Sara Salgado (MásMultimedia) y Álvaro Gutiérrez (Álvaro Visuales), compartieron el recorrido que los llevó de ser alumnos del Programa Mentor a convertirse en responsables de la organización de uno de los eventos de referencia en España sobre la aplicación de nuevas tecnologías al arte visual.

De alumnos a productores

Sara recuerda sus inicios cuando, todavía estudiante de audiovisuales, eligió “arriesgarse con el mapping” en lugar de hacer posproducción.
“Rodrigo Tamariz me abrió las puertas de su casa para enseñarme cómo funcionaba todo desde cero”, cuenta. Desde entonces solo se ha perdido la primera edición del festival.

Por su parte, Álvaro rememora la experiencia de su primer mapping en el certamen, presentado como proyecto final de grado con temática feminista.
 “Aprendimos mientras lo hacíamos. Proyectar en la fachada del Ayuntamiento ante una plaza llena de gente es una primera vez única y especial”, recuerda.

Ambos pasaron rápidamente de participantes a coordinadores y, más tarde, a productores. “El festival se ha hecho grande con nosotros, hemos crecido juntos. Para mí es como volver a casa cada agosto”, afirma Sara.

Las novedades de la décima edición

La gran novedad de este año son las proyecciones en el Castillo de la Mota. “Cuando llegamos a Medina siempre decíamos: cómo molaría hacer un mapping allí. Solo las dimensiones ya son una pasada”, señala Sara. Álvaro coincide en que el cambio implica un riesgo: “Perdemos al público de la Semana Renacentista, pero también es una oportunidad: puede ser mejor o igual, no hay otra opción”.

Los alumnos del Programa Mentor, núcleo del festival, trabajan de antemano este año en una pieza colectiva para la Mota. Entre los artistas enfocados en el castillo destaca Juan Camazón, vecino de Medina que comenzó como espectador, pasó por el Programa Mentor, ha hecho mapping para la fachada del Ayuntamiento y la Colegiata de San Antolín, y esta vez presentará un mapping en la nueva sede.

Además, el festival mantiene su apuesta por el patrimonio local y por la música en vivo. El Centro Cultural Simón Ruiz cobra mayor protagonismo y acogerá conciertos de artistas de Medina y Valladolid, mientras que la ambientación de arte estará a cargo de la creadora Clara Martín.
Entre la tradición y el futuro del mapping.

Más allá de la producción, los organizadores reflexionan sobre el rumbo de la disciplina. Álvaro advierte: “Si el videomapping se convierte en un producto de escuelas y de grandes contratos, corre el riesgo de perder identidad. Hemos visto mappings de cinco minutos con trazos, un plugin como Saber y luces, cobrados a cientos de miles de euros”.

Sara defiende el valor artístico y narrativo: “No es solo técnica, es guion, ideas, cultura. Y eso hay que valorarlo como tal”.

Miradas hacia adelante

De cara al futuro, los sueños divergen pero se complementan. Sara imagina una edición en León, su ciudad natal: “Un lugar monumental y cercano, con la escala justa para no perder la esencia de Mapping Me!”. Álvaro, en cambio, sueña con un festival itinerante: “Que la marca Mapping Me! recorra Castilla y León, con ediciones en distintas ciudades y satélites a lo largo del año”.

Diez años después de su nacimiento, Mapping Me! confirma que es más que un festival: es una comunidad en torno a la creación digital y al patrimonio, un espacio donde —como resume Sara— “enseñar es aprender dos veces, y la sinergia es la clave de todo”.