CAMAGÜEY.-Entre cactus y suculentas encontramos a Maritza Amarales García, quien puede presumir del stand con más vida de la Feria Nacional de Artesanía y Regalos “Arte para Mamá” en Camagüey.

Desde hace más de una década participa en estos eventos comerciales que organiza la filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y de todos los espacios por donde ha estado prefiere el Recinto Ferial.

“Llevo más de 23 años en el cultivo de las plantas. Es algo maravilloso que amo desde niña. Así he educado a mis hijos, a mis amistades y, por supuesto, a todo tipo de público que se acerca. He mantenido a mi familia gracias a este negocio”, cuenta al periódico Adelante.

Ella marca la diferencia no sólo por los productos y la ubicación en un área al aire libre, donde recibe directa la brisa que no corre tan libremente en los pabellones, sin embargo, Maritza pasa todo el tiempo expuesta a las altas temperaturas.

Además, se pronostican aguaceros y por cómo anda el clima trastornado hasta puede formarse una tormenta local severa como la que en febrero pasado durante otra feria le sacó tremendo susto allí mismo por el viento y la lluvia.

“Participamos una sola vez dentro del pabellón. No a todas las plantas les gusta estar encerradas, principalmente los cactus y las suculentas. A los cinco días empiezan a cambiar el tono porque no tienen la radiación solar necesaria para la fotosíntesis. Preferimos estar afuera”, explicó.

Allá adentro, ni el tejido ni los zapatos ni la bisutería ni la cerámica ni el mobiliario pueden protestar por el lugar donde los pongan; en cambio, las plantas necesitan sentirse a gusto. Se les nota cuando disfrutan su ambiente.

El jardín de Maritza ofrece diferentes especies. El cliente, el curioso o ambos cuando coinciden en una persona, reciben las precisiones de sombra y de sol según los requerimientos de cuidado de cada variedad.

“He tratado de mantener muy buenos vínculos con los clientes. Insisto en enseñar. No es solamente que nos compren, sino que aprendan a cultivar, ya sea a partir de lo que adquieren aquí o de un gajito que alguien les regale. Me preguntan y claro que les doy una clasecita y todo”, añadió.

Cuando termine esta feria volverá a su tienda como trabajadora por cuenta propia, en la calle Bella Vista número 318, entre Artola y Fernando de Zayas, en el reparto La Vigía, de la ciudad de Camagüey.

Hasta el 13 de mayo surtirá el stand con un obsequio ideal para entregar el Día de las Madres. Nadie como mamá para justipreciar cuánto de esmero y de vocación por dar a la vida contienen las macetas premiadas de Maritza Amarales.

“Siempre me ha gustado que el cliente cuide, por sobre todo, lo que se lleva; primero, porque tiene un costo económico, y en especial por el otro costo con mayor valor: el sentimental. En momentos tan difíciles debemos alimentar nuestras almas. No hay nada más relajante y bonito que una planta en los hogares, en la oficina, en un patio porque la ves florecer, la ves crecer”, concluyó.