CAMAGÜEY.- Recientemente, en la Semana de la Cultura Camagüeyana, fue inaugurada la exposición Oblivion, del artista Elpidio Alberto Huerta, un proyecto curatorial basado en la idea de la sinestesia, esa rara condición humana que vincula entre otros sentidos, el de la vista y el oído, de forma que se pueden escuchar los colores y ver los sonidos.

De la primera condición disfrutaban, por ejemplo, Nicolái Rimski-Kórsakov y Alexander Scriabin, de la segunda, Vasili Kandinsky, uno de los padres del abstraccionismo. Siguiendo esa idea evocadora de que la música puede sugerir colores y composiciones tomaremos como título y referencia esta pieza paradigmática de Astor Piazzola en un proyecto que habla de una forma más de disfrutar la música y la pintura, y donde ambos fenómenos tienen un protagonismo puntual para el artista, quizás, en el sentido de Macdonald-Wright y Russell, precursores del Sincronismo, que creían que, pintando en escalas cromáticas, su obra evocaría sensaciones musicales.

Las obras van por este camino como un ejemplo de la formación intelectual de un artista, que evoca en su obra toda la música que escuchó, los libros que leyó y los paisajes que holló su planta, la obra de un artista es un resumen de influencias, vivencias y saberes que se unen para propiciar un producto que en este caso, es de rica enjundia referencial. Elpidio es un ser hedonista al que se le han añadido los ingredientes necesarios para hacer de su trabajo una obra muy original y madura, algo que reafirma su condición de Maestro en el uso del color.

Todo el universo de sus creaciones se expande y vibra, como la pieza del inmortal compositor, los colores siguen su propia melodía, y la exposición toda es como una gran sinfonía que resuena en la sala con las notas agudas del amarillo y el rojo y las serenas sonoridades del ocre y el azul.

La muestra reúne obras de reciente ejecución y otras que después de muchos años han vuelto a manos del artista, el hecho de mostrarlas en el museo Ignacio Agramonte no es fortuito, es este un lugar que guarda recuerdos muy especiales de la juventud del artista, vivencias que se entrecruzaron para siempre entre la pintura y la buena música para ratificar su propia condición humana. La exposición se mantendrá abierta al público un mes y medio aproximadamente.

*Especialista del Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Camagüey