CAMAGÜEY.- La conmemoración del Día del Libro Cubano en Camagüey se realizó con un conversatorio en el que participaron tres escritores, quienes reflexionaron sobre la evolución de las publicaciones en el país desde el triunfo de la Revolución en 1959.

 El evento resaltó el impacto del programa de fomento de la lectura y la creación de la Imprenta Nacional, cuya primera producción fue El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, vendido a tan solo 20 centavos.

 Yoandra Santana, presidenta de la Fundación Nicolás Guillén en Camagüey, destacó el esfuerzo por democratizar la literatura, asegurando que “la literatura no fuera un arte de élite” y que llegara a todos los ciudadanos. También subrayó el desafío que implica la existencia editorial en un país que no produce insumos para la industria, pero sí escritores y lectores ávidos.

 Alejandro González rememoró las primeras publicaciones y el papel fundamental de editoriales como Arte y Literatura, en cuyo núcleo fundador estuvo Alejo Carpentier junto a otros intelectuales comprometidos con la difusión del conocimiento. También mencionó la fundación, hace 35 años, de la Editorial Ácana en Camagüey, y el establecimiento casi una década después del Sistema de Ediciones Territoriales, cuyo propósito fue ampliar las oportunidades de publicación en los municipios.

 Evelin Queipo, por su parte, resaltó iniciativas de publicación masiva como la Biblioteca Familiar, impresa en papel gaceta, y su evolución hacia la Biblioteca del Pueblo, una colección con más de 60 títulos de la literatura cubana y universal, cuyo objetivo es mantener el incentivo por la lectura. Además, elogió la colección de minilibros de Ácana, dedicada a textos infantiles, una propuesta que aprovecha la papelería de desecho y que desde 2019 ha dado visibilidad tanto a escritores consagrados como a autores debutantes.

 Organizado por el Centro Provincial del Libro y la Literatura, el conversatorio en el café literario La Comarca evidenció el esfuerzo continuo por garantizar el acceso democrático a los libros y el arraigo de una cultura de lectura en la sociedad cubana.