CAMAGÜEY.- Un año después de haber emprendido el viaje que cambiaría su vida, Emilio Wong vuelve a ser noticia, esta vez desde el corazón de Hangzhou, donde acaba de abrir oficialmente el Centro Cultural Cubano, una plataformaintegral para la promoción del arte y la cultura cubana en China.
El artista camagüeyano comienza a ver materializado el propósito que lo llevó hasta el gigante asiático. Desde la ciudad capital de Zhejiang, donde comenzó colaborando con el proyecto del Parque para las Inversiones y el Comercio con América Latina y el Caribe (PICLA), Wong celebra este nuevo espacio como una victoria colectiva entre pueblos.
“Muchos éxitos por acá”, dice Emilio en un reciente intercambio para Adelante Digital. “Esto ha sido un año de entrega, de aprendizajes, de crecimiento. Ya tengo más de 3.5 millones de seguidores aquí. Vamos por más.”
Apertura del Centro en China
Y ese “más” no se limita a cifras en redes sociales. El impacto de su obra ha llegado incluso al diseño de una botella de licor de ciruela de una marca muy popular en China, que adoptó su pintura The Wine Way (El camino del vino), en la que narra con pinceladas la poesía detrás del proceso de elaboración de esa bebida. “Hablo del vino como una obra de arte desde que comienza hasta que termina en la botella”, explica. Es un símbolo perfecto de su visión: tender puentes entre saberes y culturas, desde el respeto y la estética.
En su tránsito por el país asiático ha llegado a universidades, escuelas primarias y escenarios institucionales. Aunque ha logrado visibilidad y reconocimiento –cuenta que ya le piden autógrafos y fotos en la calle–, no todo ha sido fácil: “El mercado del arte aquí es complejo. Prefieren comer que comprar un cuadro. Estamos buscando estrategias para mejorar eso. Pero lo vamos a lograr.”
Wong no se detiene. En sus redes sociales lo vemos hablar en inglés con fluidez, recitar poesía y cantar en cantonés, o presentar su obra en distintas ciudades: Shanghái, Beijing, Hangzhou, Guangzhou, Taisan. “Somos unos niños de 500 años frente a un abuelo de más de 5000. Es pura sabiduría”, dice sobre la cultura china, a la que se ha integrado con humildad y admiración. “El arte aquí es pura poesía. Muy tradicional. Respetan las viejas técnicas. Eso me ha enseñado muchísimo.”
Centro cubano en China
Con esa convicción y experiencia a cuestas, anuncia la creación de un segundo centro cultural cubano. “Todo está terminando con súper éxito acá, pero también está comenzando algo nuevo. Vamos por otro centro, esta vez en la ciudad de Taisan.”
Desde que describió su papel como “un cordón de zapato que amarra un puente de verdad”, Emilio Wong ha demostrado que el arte no solo embellece, también construye. Y en su viaje desde Camagüey hasta China, sigue trazando un camino de ida y vuelta entre raíces, memorias y futuros posibles.
La apertura del centro de Hangzhou, el pasado 12 de junio, coincidió con las celebraciones por los 65 años de relaciones diplomáticas entre ambos países. La cónsul general de Cuba en Shanghái, Mileidy Aguirre, destacó en el acto inaugural los profundos lazos históricos entre ambos pueblos, forjados desde 1847 con la llegada de los primeros migrantes chinos a la isla. Hoy, esos lazos encuentran un nuevo espacio simbólico y físico en este centro, impulsado desde su gestación por Wong.
Centro cubano en China
Obra The Wine Way (El camino del vino), Emilio Wong